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Otra vez una estrategia de Racing Point le quitó el podio al mexicano Sergio Pérez.
El tapatío arrancó en la undécima posición y, por tres cuartos del Gran Premio de Emilia-Romanga rebasó a cualquiera que estuviera en frente de él —además de los abandonos de Pierre Gasly (Alpha Tauri y Esteban Ocon (Renault) ayudaron— y se ubicó cuarto.
Al tapatío se le abrieron las puertas del podio, cuando a Max Verstappen (Red Bull) se le ponchó un neumático trasero, con 11 vueltas por correr en el Autódromo Enzo e Dino Ferrari.
El tercer sitio, un nuevo podio para el mexicano estaba abierto, pero apareció el safety car, por lo que a Racing Point se le ocurrió meter a Checo a pitts para que cerrara la carrera con gomas frescas.
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Lo que no anticipaba es que George Russell iba a ocasionar otro accidente y se extendió la pausa. Pérez se vio obligado a —en lugar de defender el tercer sitio— a pelear con Alexander Albon (Red Bull), Charles Lecrerc (Ferrari), Daniil Kvyat (AlphaTauri) y Daniel Ricciardo (Renault).
Pérez sólo pudo rebasar a Albon y se quedó con un amargo sexto puesto, cuando arrancó undécimo y pudo terminar tercero.