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Hay rivalidades en la lucha libre mexicana que han trascendido el tiempo y se niegan a morir.
Es el caso de la que sostienen desde hace décadas los Brazos y los Villanos, dos de las familias más longevas y numerosas en el pancracio mexicano.
Corría el año de 1988, cuando tras mucho tiempo de batallas encarnizadas, los Brazos perdieron sus incógnitas ante los herederos de Ray Mendoza, en la Plaza de Toros de Monterrey.
Una afrenta que no olvidan los Alvarado, sobre todo, los enmascarados que siguen con la tradición forjada por su abuelo, Shadito Cruz.
Es el caso del Brazo Celestial , quien junto a sus primos, se mueven en el terreno independiente bajo el concepto de los Bad Boys, mote que suelen afianzar en cada nueva batalla con los nuevos Villanos .
“Siempre sonando fuerte con los Bad Boys”, advierte el Brazo Celestial. “Es un concepto que renació y en cuatro años ha sido del agrado del público. Ya con campeonatos, cabelleras y más trofeos, en nuestro poder”.
Y es que ser un Alvarado, es un orgullo a prueba de fuego. “Siento que lo hemos hecho bien, en lo personal, a punto de cumplir 14 años como luchador profesional”.
Al igual que el resto de su familia luchística, el Brazo Celestial arrastra un deseo de revancha inquebrantable. "Quiero culminar la rivalidad con Rokambole Jr., siento que ya es momento de tener un duelo de máscara contra máscara. Es un clásico de la lucha libre, es sinónimo de revancha”.
Este jueves 2 de marzo, la legendaria Arena Afición de Pachuca, será el escenario donde desatarán sus odios. “Hace poco les ganamos y vamos a repetir la dosis”, promete Celestial.
Combate al que ambos equipos llegan reforzados. “Trajeron a su primo, El Hijo del Villano III, del CMLL, y nosotros vamos también con Robin, quien tiene mucha experiencia y será pieza clave para buscar el triunfo”.
En la lucha estelar de la función programada por MaxProad; recién desempacado de Japón, el Último Guerrero se aliará con Gran Guerrero y Rey Bucanero, para medirse en choque de rudos, con Averno, Mephisto e Hijo de Kaoz.
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