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Sobrellevar la fama ha sido difícil para Blue Demon Jr., “porque a veces te despega del piso, te eleva y —cuando no estás preparado— es muy fácil cambiar”.
“La fama te puede comer y hundir. Yo tuve consejos de grandes, como Perro Aguayo, Fishman y Kato Kung Lee, quienes —terminando de luchar por primera vez— me dijeron que tenía que asentarme, porque no era nadie aún”, comparte, en entrevista con EL UNIVERSAL Deportes.
Aprendió, con el tiempo, que el nombre de Blue Demon iba mucho más allá de los encordados. Lo transformó en una marca, “una pieza vendible”, presume. “Empecé hace muchos años, pero la galería actual es un espacio distinto, donde se fusiona la tradición de la lucha libre con la parafernalia y el arte, la parte sensible y oculta que tiene Blue Demon”.
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