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Como una persona que hizo el bien y dejó una huella en el mundo del deporte, es como le gustaría ser recordado al nadador paralímpico mexicano Gustavo Sánchez .
Todo comenzó a sus 8 años cuando enfrentó al “monstruo”, manera en la que Gustavo se refiere a la Alberca Olímpica de Ciudad Universitaria, donde inició su carrera deportiva.
A sus 27 años ha conseguido cuatro medallas: dos oros, una plata y un bronce, y más allá esos enormes triunfos, se ha ganado el corazón de muchos. El entrenado por José Raúl Peláez Ampudia asegura que la competencia no sólo ocurre en la alberca, sino también fuera de ésta, y más ahora que la pandemia ha cambiado su rutina y la de muchos deportistas. Pero eso no lo ha detenido para seguir luchando y poner en alto el nombre de México en los Paralímpicos Tokio 2020 .
Te invitamos a conocer un poco más de Sánchez, quien forma parte del programa de apoyo a los atletas paralímpicos de Citibanamex : Team Citi :
¿Cuál fue el primer acercamiento con la natación?, ¿Recuerdas la primera vez que estuviste en una alberca?
Mi acercamiento con la natación fue cuando tenía 6 años, por mi discapacidad tenía que hacer actividad y aprender a nadar. Tengo dos hermanas y los tres recibimos la misma educación y el pasaporte a la vida que es nadar; siempre ocurre que por el miedo a decir “no sé nadar”, suceden los accidentes. Me metí a Pumitas y ese fue mi primer acercamiento. Yo ya sabía flotar. Desde mis primeros años de vida, mis papás se dieron cuenta que amaba el agua.
¿En algún momento te llegaste a sentir limitado físicamente?, ¿Cómo lograste acabar con esa sensación y tener el coraje para competir?
Sí. Me llegué a sentir limitado físicamente hablando en el deporte, porque nada más tengo un brazo y media pierna, y con eso tengo que aguantar las cargas de entrenamiento. En mí día a día no me siento limitado, mis papás todo el tiempo me enseñaron que, si quería prender una luz, podía alcanzar y hacerlo. El hecho que ellos siempre me vieron y trataron como una persona convencional, fue la mejor educación. Sé que llegará un momento en que estaré solo y deberé solucionar diversos aspectos de mi vida como manejar o trasladarme, pero no me aterra.
¿Cuándo descubriste que tenías potencial para nadar?, ¿Recuerdas cuál fue el primer premio que recibiste y la sensación?
Desde que yo tenía 8 años nadaba en Alberca Olímpica , la veía como un “monstruo”, era enorme. Un día llegó una competencia, donde yo era el más pequeño y el que estaba a un lado de mí, era 10 años más grande que yo. Me esforcé y di todo, pero no gané el primer lugar, solo obtuve una medallita de madera y a partir de ahí me quedé con la espina de querer mi primera medalla de oro.
¿Qué te motivo o inspiró a que la natación estuviera en tu vida?
Empecé a entrenar y a ver a los grandes astros del deporte en la televisión, hasta que logré llegar a mi primera competencia nacional y decidí intentarlo a niveles más grandes. Me di cuenta de que me gustaba y los disfrutaba.
¿Cómo ha cambiado tu vida ser parte de Team Citi?
Es un gran apoyo. Sin duda, Citibanamex me ha abierto las puertas y tratado increíblemente como persona. Siempre me han tratado como un ser humano y como parte de la familia.
Tener su patrocinio te da un plus, puedes asistir a todos los campamentos de entrenamiento. Te llevan a todos lados y como atleta eso te foguea. Da mucha seguridad sentirte respaldado. Es importante el apoyo para los atletas.
La inclusión que brinda Citibanamex, ¿de qué manera influye en tu desempeño deportivo?
Yo lo veo como un equipo, los veo como una familia. Nos han tomado muchas fotos y han hecho campañas publicitarias que además de dignificarnos como atletas, están generando conciencia para que todas las personas nos vean como uno más, sin discapacidad. A lo mejor hay personas que no tenemos piernas, otras que no ven, o que no pueden caminar, sin embargo, nos dan nuestro lugar. Es impresionante lo que están haciendo, les estaré eternamente agradecido.
¿Qué mensaje les darías a todas las personas que están luchando por sus sueños y se llegan a sentir limitados?
¡Acostúmbrate! Te verán raro. Tienes que salir, la vida está allá afuera, también tienes derecho a vivir tu propia vida llena de pasión y cariño. Es difícil enfrentar obstáculos, pero es cuando más se debe demostrar de qué se estás hecho y dar el 200 por ciento.
En mi caso, siempre he batallado con el tema de los lugares para personas con discapacidad, no solo en la Ciudad de México, sino a nivel nacional. Hay que seguirle dando, aunque nos pongan mil barreras y tengamos que subir mil escalones.
¿Cómo te preparaste para los Paralímpicos y cuál fue tu principal reto?
Por la pandemia no pude entrenar como hubiese querido, sin embargo, seguí haciendo el mejor esfuerzo desde casa. Fue un cambio radical, porque por más que hagas abdominales en la casa, no es lo mismo que nadar mil metros en una alberca.
Mi reto principal va a ser, primero que nada, dar un buen papel en Tokio y cuidarme más porque hay muchos contagios de COVID. Trataré de regresar a los tiempos que hice en los Paralímpicos de Londres 2012 . La competencia está ruda y hay muchos atletas que se vieron beneficiados por la pandemia. Estaré entrenando en Hiroshima, previo a los juegos; aún hay unas semanas para perfeccionar la técnica y afinar detalles, ya que un año sin entrenar es mucho, sin embargo, haré lo mejor.
¿Qué espera Gustavo en los próximos años?, ¿Cómo te gustaría ser recordado?
Mi sueño es seguir trascendiendo, que recuerden a Gustavo Sánchez como una persona que hizo el bien, no nada más en el deporte, sino también como persona. Quiero dejar mi huella en todos los aspectos y ayudar a México, es un país que podría ser potencia, nada más falta que nos lo creamos.
Finalmente, ¿Qué significado tiene para ti representar nuevamente a México?
Representar a México es un gran logro y satisfacción. A pesar de la pandemia que nos tocó vivir, podré tener otra oportunidad de luchar por una medalla y ser mejor. Ya no estoy tan joven, pero a mis 27 años estoy dando resultados. Es bonito que aún pueda estar en estos niveles y ver las nuevas generaciones, que me hacen recordar mis primeros juegos.