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Ismael Sosa no es feliz. La alegría por campeonar con Tigres pasará rápido; piensa en su futuro, uno donde sume más minutos.
“Al final terminé jugando más la Liguilla que el resto del torneo, no pude empezar tampoco por una lesión. Nunca me pude acomodar, entonces no estoy tranquilo y trato de aportar lo que me toca”, señaló el argentino.
Sobre su continuidad, Sosa no dio garantías de mantenerse con el nuevo campeón.
“Todavía no he pensado qué sigue, porque prefiero disfrutar este campeonato, ya lo que venga esperemos que sea lo mejor”.
Sosa, de 30 años, fue traído por los Pumas como refuerzo del Clausura 2014. Sin embargo, la relación con Universidad se acabó por cuestiones económicas rumbo al Apertura 2016.
Ya enfundado con los Tigres, el Chuco fue considerado por el entrenador Ricardo Ferretti como un revulsivo, y poco a poco desapareció del 11 inicial del ahora campeón de la Liga.
“Uno lucha por la titularidad, estoy contento por estar en uno de los mejores equipos, pero soy más feliz jugando”.
¿Quién entrará al quite por este jugador, tasado en 4.7 millones de dólares?
