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daniel.blumrosen@eluniversal.com.mx
Dallas.— Cuando el 2 de octubre de 2005 la Selección Sub 17 se proclamó campeona del mundo, todos pensaban que esto traería el boom para México.
La llamaron Generación Dorada. Pero han pasado los años y los logros mundialista no han llegado.
En el Mundial de Sudáfrica 2010 no pesaron; en el de Brasil 2014 fueron discretos, así que en el de Rusia tendrán su última oportunidad de demostrarlo.
Porque a estos y a muchos más, se les va el tren... En Rusia.
Héctor Moreno, Carlos Vela, los únicos “vivos” de 2005, ya están en los 30..., igual Javier Hernández, y los demás jugadores base: Chuy Corona tiene 35, Guillermo Ochoa, va por los 32... Andrés Guardado 31 y Oribe Peralta ya tiene 34.
En pocas palabras, la columna vertebral de la Selección es treintona, vivirán su último Mundial en plenitud, y una nueva generación, más los de transición como Raúl Jiménez (26) y Marco Fabián (28), tendrá que tomar la responsabilidad y llevar al Tri a los lugares que todos esperan.
Así que Jonathan González 18 años; Hirving Lozano 22; Omar Govea 23, Carlos Salcedo 24, y Jesús Manuel Corona y Diego Reyes de 25 tienen la misión en un futuro inmediato de tomar la jefatura en el equipo mexicano y Rusia será la prueba más certera para esto.
Porque a los otros... Se les va el último tren a Rusia.