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Muchos piensan que Gerardo Martino ha subestimado los juegos contra Bermudas y Panamá de la Liga de Naciones de la Concacaf, por la lista de seleccionados que presentó, mas la realidad es que en cada una de las líneas tiene bastantes opciones, soportándose en el presente y viendo hacia el futuro del futbol mexicano.
Sin salirse de su marcado parado: 4-3-3, este es el parque de jugadores en manos del argentino.
En la portería hay marcada visión hacia una transición. Aunque todos saben que Guillermo Ochoa yJonathan Orozco compiten por los puestos uno y dos, Martino abrió la baraja para Rodolfo Cota, guardameta del León y los juveniles Raúl Gudiño del Guadalajara y José Antonio Hernández, del Atlas.
En defensa, por la derecha, el Tata le dio oportunidad a dos Sub-22: Alan Mozo, de Pumas, y Jorge Sánchez, del América, tomando en cuenta que Sánchez también sabe jugar por la izquierda. Por izquierad Cristian Calderón, del Atlas, va con Gerardo Arteaga, de Santos. Los centrales por derecha son Néstor Araujo, como el veterano, con los prospectos Johan Vásquez y Luis Romo. Por la izquierda Carlos Salcedo sólo tiene como rival a Jesús Angulo, de los rojinegros.
En el mediocampo, como ombligos aparecen Jonathan González, de Rayados, e Iván Rodríguez, del León. Por la derecha Héctor Herrera tendrá como aprendiz al regio Carlos Rodríguez y por la izquierda a Erick Aguirre, del Pachuca, y Sebastián Córdova, del América, se harán competencia.
Adelante, por la derecha, Rodolfo Pizarro irá por un lugar junto a Uriel Antuna y Jesús Corona, aunque el Tecatito viene lesionado. Por la derecha Hirving Lozano tratará de pesar mucho más que Roberto Alvarado y Diego Lainez.
En la delantera es donde se ve desequilibrado el equipo, ya que sólo hay un eje de ataque natural, José Juan Macías.
No hay cambio.
Así que aunque la base del equipo mexicano que irá al Caribe y después regresará al estadio Azteca es Sub-22, está muy bien soportado por gente de experiencia que tiene la misión de llevar de la mano a las nuevas generaciones, generaciones que en los siguientes meses tendrán misiones muy importantes: la primera clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y después, en este evento, volar en pos de un podio, de un metal que alguna vez ya fue dorado para el futbol mexicano. Londres 2012.