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Viaje, tránsito, conferencia de prensa, reconocimiento de cancha. Todo eso pasó ayer, día que la selección de Estados Unidos llegó a la Ciudad de México .
Casi una hora y media después de aterrizar, el staff, jugadores y el técnico Gregg Berhalter llegaron a su hotel de concentración.
El equipo estadounidense fue trasladado a bordo de dos autobuses, con un dispositivo de seguridad discreto, al menos en cuanto a número de efectivos, aunque algunos de ellos fueron contratados por la propia US Soccer para garantizar la seguridad del equipo, tal como lo pidió en una carta el 11 de marzo.
Tras la conferencia de prensa ofrecida por Berhalter y la figura Christian Pulisic, inició el camino al Estadio Azteca. Ya en el Coloso de Santa Úrsula , el timonel puso a trabajar a los suyos. En el centro de la cancha, los futbolistas, y en la portería, sus guardametas.
Y es que el partido de hoy no es uno más. Más allá de ser un clásico de la Concacaf, México y Estados Unidos disputan tres valiosos puntos que los podrían hacer arañar el tan ansiado boleto al Mundial de Qatar.
Ellos sueñan con un 'Aztecazo', porque es de lo poco que les falta en su enorme colección de éxitos frente al Tricolor.