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Monterrey.— Después de un mes casi perfecto, los Pumas sufrieron el primer descalabro, mismo que les dejó lecciones, para ajustar algunos detalles que no se habían dado cuenta.
El juego en Monterrey sacó a la luz algunas deficiencias de las que antes no se habían percatado. Con el invicto y en el liderato del Apertura 2018, el conjunto auriazul pecó de exceso de confianza, sin darse cuenta que era muy vulnerable.
“Lo platicamos al principio del torneo. Sabíamos que íbamos a tener momentos buenos y malos, pero el equipo tiene que estar estable”, dijo Alfredo Saldívar, portero felino.
Los Pumas no quieren repetir la vacilación del certamen pasado, donde estuvieron siete fechas sin conocer la derrota, y cuando cayeron, no se recuperaron hasta la jornada 15, con lo que apenas clasificaron a la Liguilla.
“Hay una revancha rápida [mañana], frente a los Gallos. Tenemos que ver lo que hicimos bien y lo que regalamos”, subrayó el meta de 28 años de edad.
Antes de que se repita la debacle puma de la primavera 2018, Ignacio Malcorra, con el trago amargo de la derrota, aceptó que abrieron los ojos a la realidad, sin temor a una caída libre.
“Esto sirve para mejorar, porque es un parámetro bueno. Nos ganaron 1-0, pero pudo ser peor”, dijo el argentino.
Entre las notas del 10 felino venía de no perder tan rápido la pelota y si el rival tiene muchos jugadores en el centro del campo, buscar variantes.
Malcorra tampoco se rompe la cabeza, ni perderá el sueño de aquí al juego contra los Gallos a celebrarse en Ciudad Universitaria. “Son detalles. A pesar de la derrota, tuvimos buenas llegadas. El equipo está muy bien”.