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Geovanni Romero se enfundó con su camiseta y cubrebocas de los Pumas para asistir al partido de esta tarde en el estadio Olímpico Universitario , con la confianza de ingresar al recinto o, por lo menos, observar el duelo desde las inmediaciones del mismo.
El aficionado auriazul quedó anonadado al ver que la porra oficial, La Rebel, no había asistido al Pedregal para estar cerca de los felinos. Tampoco encontró alguna colina para ver parte de la cancha. Lo único que podía observar era la pantalla con el marcador.
“ Esperaba pantallas o la porra para ver el partido. Se me hace mala onda que digan que pueden ingresar al estadio 300 personas y no dejen entrar a la afición, unos pocos para apoyar a nuestro equipo. Se me hace mala onda que estemos así ”, dijo Geovanni, bajo las astas del Olímpico Universitario, mientras su equipo jugaba frente al Cruz Azul.
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Para este seguidor apasionado de los Pumas, urge el regreso del público a los recintos del futbol mexicano.
“ Es necesario. El futbol distrae un poco. Con unos cuantos que estemos adentro, el estadio es grande y con la sana distancia, como dicen, no pasa nada. Vengo hoy y... pues no, así no gusta ”.
Geovanni ya está cansado de quedarse en su casa, ni siquiera para ver a sus Pumas. Él está acostumbrado a venir cada 15 días al Pedregal y ver los partidos, estén mal o bien. “Ya quiero ver futbol”.
Enojado, Romero se regresó a su casa, para llegar a la segunda parte del compromiso. Ni modo.