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Jürgen Klopp selló su nombre en la historia del futbol al conquistar la Premier League para el Liverpool por primera vez en su historia (desde que instauró el nuevo formato).
Si bien el técnico alemán ya había hecho historia con el Borussia Dortmund y con los mismo Reds al ganar la pasada Champions League, la dura prueba era darle un título al cuadro inglés 30 años después. Lo logró.
Pero nada es coincidencia. Desde su arribo al Liverpool en 2015 le cambió la cara a un gigante que parecía dormido. ¿La clave? Su intensidad. Sí, así como sus festejos y su manera de vivir el futbol desde el banquillo.
“Cuando Klopp llegó a Anfield, el Liverpool utilizaba más consistentemente un 4-2-3-1, construido sobre un doble pivote en mediocampo. Aplicaban la contrapresión preferida por el entrenador alemán – sus cuatro atacantes encabezaban regularmente la presión tras pérdida, aplicada con una gran agresividad – y por lo tanto planteaba su mayor amenaza en las transiciones.
Lo que se ha visto desde entonces es una gradual evolución que ha transformado al Liverpool no solo en un equipo capaz de ganar la Champions League y su primer título en la Premier. El cambio más significativo ha sido en torno a la variedad de su juego de posesión de su 4-3-3 desde el comienzo de la temporada 2018/19.
Los Reds siguen siendo extraordinariamente efectivos en las transiciones, pero se han vuelto cada vez más capaces de dominar la posesión” explican en el análisis de The Coaches Voice ‘El Liverpool de Jürgen Klopp’ .
Fase defensiva y presión:
"La presión tras pérdida del entrenador alemán siempre ha representado una herramienta de ataque que busca realzar la potencia de sus equipos, en vez de simplemente intentar fortalecer su defensa o tomar posesión del balón. Defensivamente, el Dortmund era un equipo sólido cuando formaba un bloque bajo que invitaba al rival a ir hacia delante y, desde zonas más retrasada que lo visto más frecuentemente en el Liverpool, atacar los espacios que dejaba el rival.
Esa presión tras pérdida se centraba en recuperar la posesión en posiciones avanzadas; cuando el rival desarrollaba el ataque, y por lo tanto, era más vulnerable y dejaba más espacios. Al dar prioridad en la presión al portador del balón (arriba), los equipos de Klopp ofrecen diferentes dinámicas en la presión que implican acorralar e intimidar con varios jugadores y su energía, lo que a menudo cierra las posibles ayudas al portador del balón".