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El Barça
ha ganado este miércoles al UD Ibiza (1-2) en Can Misses para ir a los octavos de final de la Copa del Rey, en un triunfo ajustado y sobre el reloj gracias a dos disparos de un Antoine Griezmann que apareció poco pero siendo letal para remontar el tanto inicial de los locales, que tuvieron bien cerca dar la campanada.
Fue mejor el Ibiza pese a perder. El Barça pasa ronda gracias al doblete del galo, pero lo cierto es que sufrió para imponerse a un Ibiza que hizo una gran primera parte y que rozó una prórroga en la que cualquier cosa podría haber pasado. Pero Griezmann marcó en sus dos remates, de los pocos que tuvo el Barça, para meter a los blaugranas en octavos.
Los de Pablo Alfaro, antiguo compañero de Quique Setién en el Racing de Santander y con pasado fugaz como blaugrana, pusieron contra las cuerdas a los culés. Les dejaron el balón pero lo anularon al tener contras constantes, llenas de peligro. Al Barça le bastó con dos golazos del 'Principito', a falta de Messi, que evitó que su equipo se ahogase en Can Misses.
El UD Ibiza se adelantó pronto en el marcador, en el minuto 9, con un gol de cierta fortuna al rebotar el disparo de Javi Pérez en Pep Caballé y cambiar de trayectoria para engañar a Neto, que al borde del descanso sacó una mano izquierda vital para evitar el segundo de los locales, a tiro potente de Rodado, después de un remate al palo de Raí.
Además, los ibicencos vieron cómo se les anulaba un gol, en una decisión correcta al cometer falta Rodado sobre Clément Lenglet antes de encarar y superar a Neto. El meta brasileño del Barça sigue con su 'gafe' y no puede, todavía, dejar su portería intacta en los partidos que ha jugado.
El acierto del equipo de las Pitiusas, con un público festivo que lo daba todo en Can Misses, se sumó al mal partido del Barça para llegar con ese 1-0 al descanso. El Barça ni siquiera disparó a puerta en los primeros 45 minutos, pese a tener un once inicial bastante reconocible con Antoine Griezmann como jefe del ataque.
Quique Setién, en su segundo partido en el cargo, optó por variar el esquema y dispuso un 3-5-2 cambiante a 4-4-2 en defensa. Nelson Semedo ocupó el carril derecho y se encargó de ir dibujando el sistema, con Sergi Roberto como falso central al lado de Lenglet y con el 'bético' y descubrimiento de Setién, Júnior Firpo, en el lateral zurdo.
Una variación que no le sentó bien a un Barça que, perdido en el césped artificial del ampliado estadio del UD Ibiza-Eivissa, no supo mover raudo el balón pese a disponer de Frenkie De Jong, Ivan Rakitic y Riqui Puig en la medular, por lo que no llegaron apenas balones a las bandas de Ansu Fati y Semedo ni a los dos delanteros; Griezmann y Carles Pérez.
Y es que las ocasiones, aunque no la posesión de balón, fueron para un Ibiza que dio por mala su escueta ventaja al descanso, por ese tanto anulado y por esa doble ocasión en la que por dos veces se llevaron todos las manos a la cabeza al ver cómo salía indemne el equipo blaugrana, y más cuando vieron que lo acabaron pagando con la eliminación.
El inicio de la segunda parte siguió con el mismo guión, sin giro argumental alguno. Lo intentó Setién dando entrada a Jordi Alba, por un invisible Carles Pérez, y luego con Arthur, por un insípido esta vez Riqui Pugi. Mientras, en Can Misses, en el minuto 65, se veían más olas en la grada que en el cercano mar Mediterráneo.
No duró mucho más la alegría, hasta el gol de Antoine Griezmann en el minuto 72, cuatro minutos después de que Ivan Rakitic pusiera a prueba, por primera vez en el duelo, a Germán Parreño. Primero, remató de primeras un pase de Frenkie De Jong y, en el tanto del triunfo, hizo lo mismo a asistencia de Jordi Alba.
En el minuto 94, a dos del tiempo añadido, hundiendo a un Ibiza que lo dio todo y fue premiado con una ovación cerrada de su gente.