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christian.mendoza@clabsa.com.mx
El lugar más alto en la vitrina de André-Pierre Gignac lo ocupa el título del Apertura 2017. El francés valora más la conquista sobre Rayados que las obtenidas ante dos equipos grandes.
No es nada personal contra Pumas y América, a quienes se impuso en las finales del Apertura 2015 y Apertura 2016, respectivamente, sino su sentido de pertenencia con los Tigres que le encomendó a defender el orgullo en la final regia. “Tenemos dos copas más [que el Monterrey], no es para burlarme, pero así es. Este título es el más importante, porque lo sufrimos demasiado, fallaron un penalti, tuvieron un chingo de jugadas claras”, explicó Gignac.
Pero, ¿qué tiene el conjunto universitario que hace que el europeo se sienta en casa?
“Creo que no hay muchas ciudades en el mundo que vivan el futbol como aquí [en Monterrey, Nuevo León]. En estos últimos años, Tigres ha demostrado que es el más grande de México”. El delantero de 33 años llegó a nuestro país en el Apertura 2015, donde se adaptó de manera rápida a la afición y al técnico Ricardo Ferretti.
El Bomboro lleva cinco torneos de Liga MX, y en todos con la clasificación a la Liguilla, donde ha disputado cuatro finales; saldo de una derrota ante Chivas (Clausura 2017). Además fue campeón de goleo en dos ocasiones. Con números así, es normal que Gignac se sienta “hijo del pueblo” y sueñe en que su retiro sea con los felinos.