Guadalajara
.— Las Chivas deben saber dónde están paradas.
Sí, es un equipo que va a competir. Sí, es un equipo que no va a andar a los tumbos como en torneos anteriores. Pero para ponerse de tú a tú con los pesos pesados del torneo mexicano... Le falta.
Le falta mucho.
No es que Guadalajara estuviera agrandado, pero Monterrey le dijo en qué nivel se encuentra, le ganó 0-2 con autoridad.
Las Chivas compitieron, sí, quizá hasta en cierto momento merecían la igualada, pero la diferencia entre planteles fue suficiente y clave para la que la balanza se inclinara de un lado.
Del lado en donde estaba Dorlan Pabón .
El disparo de Dorlan (1’) fue un auténtico rayo, un obús que parecía ser imparable, pero la realidad es que para un portero de la estatura de Raúl Gudiño , no debió de ser un problema.
Al cancerbero del Guadalajara se le ha alabado en muchos momentos, pero también es una realidad que le falta oficio, como saber recorrer, lanzarse, esos secretos de un portero hecho y derecho que sólo se adquieren con tiempo y paciencia.
Si en Chivas lo aguantan y lo llevan de la mano, seguro que consagrarán a un guardameta de época.
Y lo demostró minutos después cuando hizo una triple atajada, de esas que se quedan en la memoria por mucho tiempo.
Ese gol condicionó el juego. Chivas fue a matar o morir y los Rayados a administrarse, a ser tacaños con su futbol... Del norte son. Monterrey jugaba con diez, Rodolfo Pizarro , aplaudido en su regreso a tierra chiva, se fue expulsado (79’) lo que hizo que la esperanza local se agrandara.
Pero... Dorlan Pabón volvió a aparecer. Tiro desde fuera del área, ese balón subió y bajó (88’), y sí, en ese disparo Raúl Gudiño nada tenía que hacer, ni el portero más alto o experimentado del mundo podría detenerlo.
Chivas
no desmereció. Quien diga que fue arrasado por el Monterrey el equipo con mayor nómina del futbol mexicano, estaría exagerando. No merecía ganar, está donde debe de estar, lejos de los pesos pesados como el Monterrey , que con poco hace mucho y cuando quiere acelerar, se lleva de calle a los que no son de su categoría.