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Gerardo Martino,
quién será presentado como técnico de México al medio día, tiene grandes credenciales que lo soportan a diferencia de su antecesor Juan Carlos Osorio.
Pero también tiene grandes fracasos, como el no dar resultados en el Barcelona, y algunos dicen que la razón fue que los jugadores no creían en sus métodos antiguos, sobretodo en la preparación física...
De acuerdo a información del diario Infobae, "ser argentino no lo ayudó, y no haber tenido una experiencia previa en Europa, tampoco".
'Un bonachón de formas ochenteras', era la descripción que de él hacía el diario 'El Mundo'. Y esa descripción era de las más benévolas. En un Barcelona aún subyugado por un Guardiola devoto del slim-fit y los elegantes trajes y camisas en tonos oscuros, la informalidad a contramano de la moda que cultivaba Martino l e hizo más daño a su imagen y autoridad del que podría pensarse.
El problema mayor fue, sin embargo, el desprecio que varios jugadores sentían por las técnicas de preparación física de Paolorroso.Y lo hicieron saber de manera indirecta, pero contundente y pública, aunque sin dar el paso al frente de criticar con nombre y apellido.
Sucedió en una fecha altamente inoportuna, el 14 de mayo de 2014, tres días antes de aquel partido decisivo ante el Atlético. Fue en un artículo en 'El País' que cayó como una bomba en el cuerpo técnico de Martino.
"Paolorroso ordenó minipartidos de cuatro contra cuatro. En esas, un veterano dio el alto y se dirigió al ayudante de Martino. 'Pero profe, ¿no ve que esto es una vergüenza?, que con esta intensidad no vamos a ningún sitio'. Todos callaron, conscientes de que tenía razón, que para ejercitar la presión y la velocidad de pase se requiera otra marcha, la que exigía Guardiola o Tito Vilanova. La respuesta del profe—'¡Pero no se me enoje!'— resultó un hachazo para muchos. 'Supe que no entendían nada y ya no lo entenderían nunca', recuerda un futbolista veterano".
El desprecio era claro:había un grupo importante de jugadores que no respetaba los métodos del cuerpo técnico de Martino , que creían que esos sudamericanos representaban un futbol atrasado que los perjudicaba.