Más Información
INE aprueba ampliación presupuestal de 9.2 mdp; se destinará para comprar chalecos en elecciones del Poder Judicial
Sheinbaum anuncia obras de infraestructura en Nayarit; destaca puente que irá de Bahía de Banderas a Puerto Vallarta y un acueducto
Detienen a presunto jefe de célula delictiva allegada a Los Chapitos; se encargaba de narcomenudeo y compra-venta de armamento
“¡Arráncate, Coalcomán!”; así fue la campaña de Anavel Ávila, presuntamente ligada al “Mencho”, para Movimiento Ciudadano
Presupuesto para programas sociales está asegurado en la Constitución: Ariadna Montiel; destaca que se benefician a 320 mil nayaritas
Sheinbaum anuncia construcción de Farmacias del Bienestar en 2025; asegura habrá medicamentos gratuitos para personas vulnerables
Que los hermanos Diego y Mauro Lainez sean futbolistas profesionales no es una casualidad. Detrás, hay un hombre que los llevó de la mano y con un balón hasta cumplir sus sueños, su padre Mauro Alberto.
Diego, con 20 años de edad, jugador del Real Betis de España, y Mauro, de 24 años y elemento del Club Tijuana en la Liga MX , son su mayor orgullo y en ellos se ve reflejado.
“Ser padre de dos jugadores exitosos es una mezcla de sentimientos. La alegría de verlos jugar, con la pasión que lo hacen, es un orgullo por verlos triunfar después de un camino de entrega, la ilusión de verles portar su número y su apellido en una camisetas. ¡Caray! es verles en su vocación y ser felices”,
dijo a EL UNIVERSAL Deportes.
Pero, al jugar a nivel profesional no están exentos de las críticas y opiniones. Por ejemplo, Diego, que al juicio de Miguel Herrera, técnico del Club América, el salto a Europa sucedió de manera prematura.
“Lo más difícil de ser papá, detrás de dos muchachos como ellos, es el defender sus sueños. Que siempre creyeran que eran capaces de llegar. Siempre hay retos en el camino y han logrado superarlos”
.
Pero, ¿cuál fue la fórmula para que el apellido Lainez hiciera eco en el futbol mexicano?
Según Don Mauro Alberto, “los valores y virtudes que les he inculcado: autodisciplina, la fe, el respeto al trabajo, la congruencia, la compasión, la tenacidad, la constancia, la esperanza y el amor siempre.También es darles esta seguridad de que podían y se merecían llegar, fue un reto”.
Sobre la pasión futbolera que se vive en la familia, el papá de ambos jugadores reveló que el amor a este deporte fue heredado, incluso, su vocación no se limita a sus hijos, razón por la que está acostumbrado a que lo llamen “Profe”.
“Estudié educación física y mi pasión es el futbol, pude jugar como profesional pero una lesión truncó este sueño. Mi pasión es el futbol y la educación, por eso entrené a muchos chicos y me gusta detectar el talento y diseñar la carrera de chicos que tienen este sueño. No sólo a mis hijos, también con otros chicos me da esta alegría por la confianza que construyes en ellos mismos. Mueves vidas, sin duda. “A mis hijos les heredé esta vocación por el futbol y ellos han hecho una carrera con base en el esfuerzo. El momento que más recuerdo es cuando nacieron, les lleve su camiseta de la Selección mexicana.
(De su peor travesura), caray, tuvieron muchas, pero aprovechaba para regañarlos en conjunto aunque el otro no hubiera hecho la travesura, les llamaba la atención y ambos aprendían”.
A pesar de que Mauro, atacante de los ‘Xolos’, ya es independiente y lleva su vida aparte, el “Profe” Lainez acepta que hay sentimientos encontrados cada que mira a sus hijos sobre la cancha.
“¿Qué siento cada vez que les veo jugar?, emoción, cada juego para mí es una ilusión. Lo disfruto tanto porque veo que están completos, felices, entregados y con toda la concentración. Me siento completo, pleno y con una misión cumplida. Pero, sobre todo agradecido con Dios por la oportunidad. Su abuelo Jaime también los ve jugar y es muy feliz”, compartió.
Aunque se mantiene cerca de Diego, en Sevilla, España, y sus visitas a Mauro en Tijuana son constantes, para el “Profe” Lainez los consejos nunca están de sobra, especialmente hoy, en el Día del Padre.
“El consejo más importante para Diego y Mauro es que crean en ellos siempre, que sean fieles a sus creencias y valores, que sigan ascendentes. Para Mauro -que es papá- y para Diego -que algún día lo será-, les digo que formar a un hijo es un camino de amor, de entrega incondicional y de sacrificios. Mi mejor consejo es que formen a sus hijos con amor y con la alegría de disfrutarlos y verles felices”, concluyó.