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Cruz Azul
lo logró. Lo hecho en la ida ante Tigres fue suficiente, y a pesar de perder ante los felinos en la vuelta por 0-1, el global 2-3 le da el pase a semifinales donde jugará ante los Pumas .
El duelo fue de un solo lado, con los felinos intentando, pero sin muchas ideas, lo que hizo fácil el juego para los cementeros, que se puede decir, pasaron caminando.
Cruz Azul
le entregó la iniciativa a Tigres. Robert Dante Siboldi le dijo a Ricardo Ferretti “ten, el balón es tuyo”, lo que no le dijo es que su estilo estaba más que estudiado, que su previsible accionar era fácil de contrarrestar.
Tan fácil no fue, pero durante la primera parte, los felinos hicieron todo lo que se esperaba de ellos: Tener la pelota, pasearla por todo el campo, abrir la cancha y mandar centros, a lo que Cruz Azul respondió priorizando el juego aéreo y cuando esto falló, cuando se recurrió a André-Pierre Gignac, al francés le caían tres cementeros, cerrándole los espacios.
La única acción de peligro fue cuando Jesús Dueñas se salió del librito y mandó un disparo al poste. Cruz Azul por su parte, estuvo inexistente al frente, más allá de dos intentos de escape de Jonathan Rodríguez.
A lo largo del juego Tigres demostró que lo de tener variantes no es lo de ellos; hubo cambios de hombres, no de sistema. El Tuca decidió soltar a su mejor hombre de recambio, Nicolás López, muy tarde, mientras que Siboldi decidió echar el camión aún más para atrás al meter más defensas para pararse con una línea de cinco defensores permanentes.
Vino la polémica cuando Pablo Aguilar fauleó a Gignac. De primera el árbitro marcó penalti, pero con ayuda del VAR mandó todo a un tiro libre.
Parecía todo controlado, cuando Luis Quiñones sin ángulo mandó un tiro-centro, el cual se le coló a Jesús Corona . Le faltaban dos goles a los Tigres, para hacer la hazaña, pero con poco tiempo en el reloj.