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Tanto en los pueblos pequeños como en las ciudades grandes de Estados Unidos, el futbol americano es un estilo de vida que que florece desde la práctica en categorías infantiles, para alimentar una industria que tiene su cima con la NFL.
Durante muchos años, se estableció a Texas como el estado que más jugadores profesionales produce, situación que cambió en la temporada que está por terminar.
El Super Bowl LIV se disputará en Miami por undécima ocasión en la historia, ciudad que ha sufrido desde hace años por la falta de un equipo ganador, pero que ahora no solamente puede presumir volver a ser la casa del Gran Juego, sino también la fábrica más grande de atletas con sello NFL.
Al inicio de esta campaña, 27 jugadores nacidos en Miami integraron el roster de alguna organización, sin contar los 14 de Fort Lauderdale, una comunidad vecina que se encuentra a 15 kilómetros de distancia.
El ascenso de los programas deportivos de múltiples universidades en la década de los ‘80 y el dominio que ejercieron años después, influyó para que Florida ahora riegue los campos de todos los equipos de la Liga. En conjunto, este estado aportó 212 jugadores, superando a California (177) y Texas (173), donde aseguran que el football es una religión.
“[Florida] es el mejor productor de jugadores de futbol americano. En cada calle, en cada barrio y en cada ciudad hay una gran cantidad de talento. Lo triste es que muchos de ellos, muchos de esos chicos que podrían cambiar su vida asistiendo a la escuela con una beca y jugar en la NFL, se quedan en el camino”, opinó Deion Sanders, miembro del Salón de la Fama nacido en Fort Myers, localidad entre Miami y Tampa Bay.
De los equipos que jugarán el SB LIV y aunque asistió a la universidad de Ohio State, el defensivo de los 49ers, Nick Bosa, es originario de Fourt Louderdale.
Su padre John jugó con los Dolphins. “No sé si se respire un aire diferente en Florida que haga mejores jugadores, pero hay muchos factores que benefician, como la inversión que hacen las escuelas secundarias para lograr equipos competitivos”, dijo Bosa a días de disputar su primer Super Bowl. Él, alimenta el legado del futbol americano en Florida, que en estos días en las ciudades del sur, experimenta la fuerza mediática del Gran Juego.