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Un Clásico sin colores y sin goles fue lo que se vivió en el Estadio Akron . América y Chivas mantuvieron la paz que presumieron previo al encuentro y no se hicieron daño.
El Guadalajara no pudo ante 10 hombres de las Águilas en gran parte del segundo tiempo y desató la molestia de su afición, que pidió la salida de Marcelo Michel Leaño .
Los últimos 15 minutos del primer tiempo fueron los mejores en un Clásico que ofreció contadas emociones.
Hiram Mier
hizo estallar el estadio con un gol que posteriormente fue invalidado por fuera de juego, Federico Viñas falló un cabezazo en el área chica, Alexis Vega estrelló un balón en el poste. Fueron las emociones hasta ese momento.
Para el segundo tiempo Marcelo Leaño tuvo que ajustar por la lesión de Luis Olivas y en su lugar ingresó Antonio Briseño ... Corrían cuatro minutos de la segunda parte y el arco de Guillermo Ochoa se cimbró de nuevo con un cabezazo de Hiram Mier.
La acción continuó. En los rebotes, Jonathan dos Santos en el intento por rechazar el balón, pateó el rostro de Sebastián Pérez y se fue expulsado al 50' por segunda amarilla.
América
tuvo que resguardarse a partir de la salida de Dos Santos, quien se fue entre lágrimas. Llegaron los cambios de ambos conjuntos, pero el juego se pintó rojiblanco.
Chivas
tenía la pelota en todo momento, pero la carencia de ideas en el Rebaño se vio reflejada al no poder ante un débil y desdibujado América que sigue sin técnico tras la salida de Santiago Solari.
América
tuvo dos jugadas de peligro en la recta final, pero no logró concretarlas. Henry Martín no logró acomodarse en ambas y las Águilas dejaron escapar el poco peligro que generaron.
La iniciativa por la paz en el futbol mexicano es plausible, el partido, digno de abucheos y rechiflas. El Clásico Nacional volvió a fallar a su afición.
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