es uno de los equipos más populares en nuestro país, con millones de aficionados esparcidos a lo largo y ancho del globo terráqueo. Y en todos ellos, hay un nombre que les devuelve el brillo a los ojos en cuestión de segundos: Rodolfo Pizarro.

El campeón con el Rebaño aún no olvida la corta, pero gran historia que escribió con la indumentaria rojiblanca, con la cual ganó todo. Liga, Copa MX y Concachampions son los trofeos que pudo alzar en su paso por la institución tapatía y para un toque especial, todos ellos en el Estadio Akron.

Los que tuve en Chivas, tenían sin ganar 10 años y por lo que significa Chivas, su afición, que por eso es grande, es difícil de encontrar. Llegar a Chivas, al costar tanto, esperaban cosas de mí y de cierta manera tenía algo de presión y gracias a ese título me ayudó muchísimo. Todos han significado algo en mi vida, los títulos representan todo para un futbolista”.

 

Describir en pocas palabras su historia con Chivas es complicado, pero Pizarro sabe como recordar al Rebaño. En pocas palabras lo definió todo.

Fue un amor fugaz. Ese amor de secundaria, de verano, que dura poquito, pero que es tan real ”.

Pizarro

se ha convertido en un jugador talentoso y profesional dentro del terreno de juego, pero también fuera de el. El respeto y cariño le impiden poder vestir los colores de los acérrimos rivales de sus ex equipos, por lo que tres clubes están en la lista negra.

Ni América, ni Atlas ni Tigres ”, afirmó Pizarro en entrevista para Líderes del Rebaño.

Lo que ha conseguido en la cancha, lo ha llevado a convertirse en un referente para los pequeños que luchan día a día por conseguir sus sueños. Esto, motiva más a Rodolfo, quien afirma que eso es uno de los sentimientos especiales y diferentes que conlleva la responsabilidad de ser un profesional.

Creo que el que te admiren, que te admiren los niños, es una de las cosas más bonitas que le puede pasar a un futbolista ”.

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