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Joaquín Beltrán la gozó con Pumas. Ganó dos títulos seguidos, el trofeo Santiago Bernabéu derrotando al Real Madrid en su casa.
Pero también jugó en Cruz Azul. Fueron dos años, recuerda el directivo, en los cuales “disfruté más de lo que sufrí”.
El ahora ex jugador y directivo, aclara esta posición, “en el futbol se pierde más de lo que se gana... eso es en todos lados. En Pumas me fue bien, no lo puedo negar, 10 años se ganaron cosas, ese bicampeonato, el Santiago Bernabéu, pero también hubo años sin títulos, en los que luchamos por no descender... Hubo buenas y malas”.
Igual en Cruz Azul... “Ahí disfruté mucho porque me costó hacerme de la titularidad. Fueron dos años fuertes y perdimos dos finales consecutivas con muchas circunstancias, contra Santos fallamos en casa y frente a Toluca vino esa acción contra César [Villaluz] —salió lesionado por un fuerte golpe donde se podía haber marcado penalti— que nos hizo terminar con 10 hombres ya sin cambios. Llegar a esas finales y ganarme la titularidad me hicieron valorar mucho el futbol y por lo que pudiera pensarse, lo disfruté”.
El ahora directivo no niega que en su momento, “dolió mucho lo que sucede como jugador, pero también valoras. Con Pumas hubo fuertes derrotas como en la Libertadores, la final de la Sudamericana [ante Boca Juniors]; en Cruz Azul, además de perder esas finales con el señor [Sergio] Markarián, con Benjamín [Galindo] y hasta la de Copa [contra Atlante con Robert Dante Siboldi como técnico interino], vino el dolor de irte cuando pensabas que ya estabas afianzado. Así es el futbol, se sufre, pero no puedes negar los momentos de felicidad, pocos pero muy bonitos”.
Hoy, de cara al juego entre estas dos instituciones, Beltrán no niega el sentimiento que hay por las dos, “a Pumas llegué desde los ocho años, jugué como profesional 10, en Cruz Azul sólo estuve dos, pero me identifiqué mucho con su afición”.