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El Borussia Dortmund sigue sin levantar cabeza tras empatar hoy en casa 1-1 ante el Apoel de Chipre en la fase de grupos de la Liga de Campeones. A pesar de dominar el partido y del gol de Raphael Guerreiro (29'), el club alemán vio como Mickael Poté (51') frustraba su objetivo de lograr su primer triunfo de la actual temporada de la Champions.
El Dortmund, con dos puntos -igualado con el Apoel-, marcha tercero del Grupo H, que lidera el Tottenham Hotspur con diez puntos, tras ganar hoy 3-1 al Real Madrid, segundo con siete puntos.
Sin embargo, no se trataba solo de los tres puntos para mantener viva una mínima esperanza de poder clasificarse para octavos de final, a falta de dos partidos en los que se medirá al Real Madrid y al Tottehnahm, sino de recobrar la confianza en el equipo después de haber ganado solo uno de los últimos cinco partidos oficiales.
En el partido de ida, en Nicosia, hace dos semanas, el Dortmund no consiguió pasar tampoco de un deprimente empate a un tanto. A esto sumó pobres resultados en la Liga alemana, donde no gana desde hace tres partidos y cuya última derrota ante el Hannover le hizo perder el liderato ante el Bayern Múnich, su rival en la nueva fecha de la Bundesliga este sábado. Para el partido de hoy el entrenador del Dortmund, Peter Bosz, volvió a apostar por el 4-3-3, un esquema de juego muy ofensivo que le ha valido críticas en las últimas semanas.
La defensa se ha convertido en el flanco débil del conjunto aurinegro, que encajó nueve goles en los últimos tres encuentros, a los que hay que sumar el tanto de hoy. En esta ocasión, el sistema de juego volvió a dejar patente que una gran ofensiva no es suficiente y el Dortmund tuvo que hacer frente a un gol en contra en una de las pocas ocasiones de gol de los chipriotas. El Dortmund tomó el control del encuentro desde el principio, relegando al rival a cerrarse en banda en su campo en un intento por parar los ataques de los anfitriones.
A pesar de las numerosas ocasiones de gol, hubo que esperar casi media hora de juego para ver el primer tanto del encuentro que llegó de la mano de Guerreiro tras centro de Shinji Kagawa. El Dortmund continuó presionando, pero la falta de puntería les obligó a ir al descanso sin poder aumentar su ventaja. En la segunda parte, el Apoel sorprendió con un gol en una de las escasas ocasiones en que se acercaron al área local.
Poté en el minuto 51 logró un inesperado empate que pareció insuflar ánimo al equipo, que elevó ligeramente la presión. El Dortmund no cedió en su empeño de sobrepasar a Nauzet Perez ya fuera con saques de esquina, de falta o jugadas en equipo con Pierre-Emerick Aubameyang, Maximiliam Philipp -que fue cambiado en la segunda parte por Andriy Yarmolenko-, Christian Pulisic y Mario Götze a la cabeza.
Pero el dominio del encuentro no es suficiente si no se materializa en goles y el Dortmund abandonó finalmente el terreno de juego sumido aún más en su crisis y con el ánimo por los suelos de cara a la importante cita del sábado ante el Bayern.
El Dortmund, con dos puntos -igualado con el Apoel-, marcha tercero del Grupo H, que lidera el Tottenham Hotspur con diez puntos, tras ganar hoy 3-1 al Real Madrid, segundo con siete puntos.
Sin embargo, no se trataba solo de los tres puntos para mantener viva una mínima esperanza de poder clasificarse para octavos de final, a falta de dos partidos en los que se medirá al Real Madrid y al Tottehnahm, sino de recobrar la confianza en el equipo después de haber ganado solo uno de los últimos cinco partidos oficiales.
En el partido de ida, en Nicosia, hace dos semanas, el Dortmund no consiguió pasar tampoco de un deprimente empate a un tanto. A esto sumó pobres resultados en la Liga alemana, donde no gana desde hace tres partidos y cuya última derrota ante el Hannover le hizo perder el liderato ante el Bayern Múnich, su rival en la nueva fecha de la Bundesliga este sábado. Para el partido de hoy el entrenador del Dortmund, Peter Bosz, volvió a apostar por el 4-3-3, un esquema de juego muy ofensivo que le ha valido críticas en las últimas semanas.
La defensa se ha convertido en el flanco débil del conjunto aurinegro, que encajó nueve goles en los últimos tres encuentros, a los que hay que sumar el tanto de hoy. En esta ocasión, el sistema de juego volvió a dejar patente que una gran ofensiva no es suficiente y el Dortmund tuvo que hacer frente a un gol en contra en una de las pocas ocasiones de gol de los chipriotas. El Dortmund tomó el control del encuentro desde el principio, relegando al rival a cerrarse en banda en su campo en un intento por parar los ataques de los anfitriones.
A pesar de las numerosas ocasiones de gol, hubo que esperar casi media hora de juego para ver el primer tanto del encuentro que llegó de la mano de Guerreiro tras centro de Shinji Kagawa. El Dortmund continuó presionando, pero la falta de puntería les obligó a ir al descanso sin poder aumentar su ventaja. En la segunda parte, el Apoel sorprendió con un gol en una de las escasas ocasiones en que se acercaron al área local.
Poté en el minuto 51 logró un inesperado empate que pareció insuflar ánimo al equipo, que elevó ligeramente la presión. El Dortmund no cedió en su empeño de sobrepasar a Nauzet Perez ya fuera con saques de esquina, de falta o jugadas en equipo con Pierre-Emerick Aubameyang, Maximiliam Philipp -que fue cambiado en la segunda parte por Andriy Yarmolenko-, Christian Pulisic y Mario Götze a la cabeza.
Pero el dominio del encuentro no es suficiente si no se materializa en goles y el Dortmund abandonó finalmente el terreno de juego sumido aún más en su crisis y con el ánimo por los suelos de cara a la importante cita del sábado ante el Bayern.