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Tomás Boy y André Pierre Gignac
se dijeron de todo. Con la victoria parcial del Guadalajara sobre el actual campeón, la recta final del cotejo se transformó en una batalla entre rojiblancos y felinos.
La bomba estalló cuando tras una falta en media cancha, el francés se enfrascó con el árbitro central en un fuerte diálogo, donde con el característico estilo del jugador de los Tigres, llegó a los gritos.
Guiado por el impulso de la afición al pedir una sanción sobre el europeo, Tomás Boy reclamó con todo al nazareno, lo cual le valió una amonestación. En ese instante, "El Jefe" consideró injusta la decisión y recriminó.
De forma sorpresiva, el aún goleador histórico felino estalló contra el europeo, encarándose e incluso llegando a retarse frente a frente, sin guardarse nada.
“Y o soy el número uno ”, se decían uno al otro mientras de miraban fijamente los dos goleadores históricos de Tigres.
El árbitro central determinó expulsar al estratega rojiblanco, dejó con una tarjeta amarilla al delantero universitario, quien mantiene su maldición de no poder marcar en Zapopan.
Después de la discusión sobre la cancha del estadio Akron, André-Pierre Gignac quedó “caliente” con Tomás Boy y lo fue a buscar a los vestidores del Guadalajara.
El comisario de la Liga MX tuvo que intervenir para que el francés no hiciera más grande el escándalo entre dos históricos de los Tigres.
Sin embargo, el Jefe no hubiera estado disponible para el galo, ya que se encontraba en una entrevista telefónica.
“ Fui víctima de una provocación. Me expulsaron por salirme del área técnica, no por lo que le dije [a Gignac]” , relató el timonel de las Chivas a ESPN.
Antes de recibir la tarjeta roja, Boy le gritó al francés: “ ¡Yo soy el número 1!”, porque me puede rebasar en goles, pero en calidad estamos en otro nivel ”.