El Arsenal dio vuelta un partido que comenzó mal y derrotó 2-1 al Chelsea en las semifinales de la Copa de la Liga del futbol inglés, después de un encuentro de ida que había terminado sin goles.
Eden Hazard, temprano a los 7', adelantó al cuadro de Antonio Conte. La reacción de los "gunners" llegó pronto, cinco minutos después, cuando Antonio Rüdiger anotó en su propio arco. A los 60', Granit Xhaka marcó la diferencia para los dirigidos por Arsene Wenger.
El Arsenal enfrentará así en la final al Manchester City, que eliminó a un aguerrido Bristol City el martes. La definición será el próximo 25 de febrero.
En el estadio Emirates, Hazard definió con sutileza tras una buena jugada colectiva de la visita, que sorprendía con un gol casi de camerino.
Sin embargo, el Arsenal encajó pronto el golpe y, además, contó con suerte, cuando Rüdiger metió en su propio arco un cabezazo de Nacho Monreal en un tiro de esquina.
Envalentonado, el equipo local no dejó de atacar, siguió llegando y encontró premio en el intercambio de golpes que libraba frente a un Chelsea que tampoco renunciaba.
Fue también un gol de suerte, pues el centro de Alexandre Lacazette se desvió en Rüdiger y quedó en los pies de Xhaka, que selló una valiosa clasificación para los de Wenger.
Eden Hazard, temprano a los 7', adelantó al cuadro de Antonio Conte. La reacción de los "gunners" llegó pronto, cinco minutos después, cuando Antonio Rüdiger anotó en su propio arco. A los 60', Granit Xhaka marcó la diferencia para los dirigidos por Arsene Wenger.
El Arsenal enfrentará así en la final al Manchester City, que eliminó a un aguerrido Bristol City el martes. La definición será el próximo 25 de febrero.
En el estadio Emirates, Hazard definió con sutileza tras una buena jugada colectiva de la visita, que sorprendía con un gol casi de camerino.
Sin embargo, el Arsenal encajó pronto el golpe y, además, contó con suerte, cuando Rüdiger metió en su propio arco un cabezazo de Nacho Monreal en un tiro de esquina.
Envalentonado, el equipo local no dejó de atacar, siguió llegando y encontró premio en el intercambio de golpes que libraba frente a un Chelsea que tampoco renunciaba.
Fue también un gol de suerte, pues el centro de Alexandre Lacazette se desvió en Rüdiger y quedó en los pies de Xhaka, que selló una valiosa clasificación para los de Wenger.