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Tom Brady está cerca de cerrar un arma más a su ofensiva en los Buccaneers de Tampa Bay: Antonio Brown .
Si Rob Gronkowski, Mike Evans, Chris Godwin, Ronald Jones, LeSean McCoy y Leonard Fournette no son suficientes para el quarterback, Brown puede ser esa pieza que hace falta en lo que parece ser una de las mejores ofensivas en la historia de la NFL.
El proyecto de los Buccaneers, que reciben esta temporada el Super Bowl en su estadio, el Raymond James, va en el camino correcto, con un récord de cuatro victorias y dos derrotas, quieren inyectarle más fuerza.
Reportes locales aseguran que Brown ya vuela rumbo a la Florida, para tener una última reunión y firmar su contrato con Tampa Bay.
AB, sin equipo en el arranque del 2020, fue suspendido ocho partidos por conducta inapropiada, tras acusaciones de agresiones sexuales, mismas que negó.
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La última vez que el receptor jugó en la NFL fue con los Patriots de Nueva Inglaterra –con Brady en los controles– donde apenas estuvo un partido, en el cual atrapó cuatro pases y anotó un touchdown.
Brown fue seleccionado por los Steeleres en el Draft de 2010 y disputó 130 partidos para Pittsburgh, para 11 mil 207 yardas y 74 touchdowns en nueve temporadas; sin embargo, conflictos internos con el entrenador Mike Tomlin y varios compañeros lo marginaron del equipo. En 2019, firmó con los Raiders pero, antes de que arrancara la campaña, lo cortaron por indisciplinas.
Fue así que llegó a los Pats, donde hizo buena conexión con Brady, antes de que fuera despedido. Ahora, el veterano lo quiere de vuelta en Tampa Bay. Los Bucs juegan este domingo (15:05 horas) frente a Las Vegas y el próximo lunes 2 de noviembre contra los Giants.