Jueves por la noche. Los Dolphins de Miami y los Ravens de Baltimore saben bien que esta Semana 8 de la NFL puede marcar mucho de sus aspiraciones a postemporada. Estos dos equipos se jugarán buena parte de la tranquilidad hacia el futuro en el M&T Bank Stadium, en donde se espera que la defensiva de casa salga a castigar a la ofensiva visitante.
¿Por qué? Los Ravens tienen el gran beneficio de enfrentar a un quarterback suplente, que tiene que tratar de enchufarse rápido a las necesidades del equipo y no perderse en el pánico de tener que manejarlo todo. Matt Moore comenzará este duelo, luego deque Ryan Tannehill fue baja toda la temporada desde agosto y Jay Cutler se rompió las costillas el domingo pasado.
Miami tiene récord de cuatro victorias y dos descalabros, números que le permitirían estar más cómodo en cualquier otro sector; sin embargo, en el Este de la AFC no tiene esa posibilidad con el campeón, Patriots de Nueva Inglaterra (5-2) y los Bills de Buffalo (4-2).
Por su parte, Baltimore —en el Norte de la AFC— es segundo lugar, por debajo de Pittsburgh (5-2), con marca de tres triunfos y cuatro derrotas, por lo que este jueves —en condición de local— resulta vital para sus aspiraciones de cara a la parte más trascendental de la campaña.
Los Ravens lideran la serie histórica entre estas franquicias, con una marca de 8-6, ganando seis de los últimos siete y los dos partidos de postemporada. Además, ganaron el último encuentro (38-6) en casa, con la mejor actuación de Joe Flacco en los más recientes años, luego de que lanzó para 381 yardas y cuatro touch- downs, apenas en diciembre del año pasado.
Hasta ahora, jugar en casa no ha sido lo mejor para Baltimore, que sólo tiene un triunfo en esta condición (Semana 2, 24-10 sobre los Browns de Cleveland), a cambio de dos derrotas: frente a los Steelers de Pittsburgh (9-26 en la Semana 4) y los Bears de Chicago (24-27, en la Semana 6).
En contraste, a los Dolphins no les ha ido mal fuera de Miami. Tienen marca de 2-1, con triunfos sobre los Chargers de Los Ángeles (19-17, en la Semana 2) y los Falcons de Atlanta (20-17, en la Semana 6). Su único revés fue ante los Jets de Nueva York (6-20, en la Semana 3).
No hay más. Ambos necesitan ganar.