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Los Ángeles.— El quarterback de los Rams, Jared Goff, volverá mañana al lugar en el que lanzó sus primeros tres pases de touchdown en la NFL. En Nueva Orleans, Los Ángeles necesitará más que una anécdota estadística para conservar su invicto, en casa de los Saints.
Al llegar al punto intermedio de la temporada, los Rams (8-0) enfrentan su prueba más complicada a la fecha, en su visita a Nueva Orleans, ganador de seis encuentros consecutivos de la mano de Drew Brees y con el segundo mejor ataque de la NFL.
Los Ángeles puede jactarse de tener la segunda mejor defensiva, con base en sus sólidas exhibiciones ante Cardinals de Arizona, Raiders de Oakland y 49ers San Francisco. Pero las ofensivas de esos tres equipos figuran entre las peores de la Liga.
El domingo no será el caso. Brees ha llevado a los Saints (6-1) a sumar al menos 30 puntos en cinco duelos esta temporada y ha alcanzado los 40 en dos de sus tres encuentros como local esta campaña. Precisamente, el recibimiento que le dieron los Saints a Goff en 2016 fue una exhibición ofensiva de 49-21.
Pero estos no son los mismos Rams: cuentan con el tercer mejor ataque, la mejor ofensiva terrestre de la NFL y encabezan la Liga con la mayor diferencia de puntos. Sólo tienen que poner en marcha al runningback Todd Gurley en contra de la mejor defensiva contra la carrera. Luce como un choque entre pesos completos.
Parece una misión complicada para los dos equipos, pero si ambos continúan su marcha, el encuentro del domingo podría ser sólo un preámbulo de un duelo con implicaciones mucho mayores en enero.