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Después del peor juego en su carrera, Ben Roethlisberger visita al único equipo que continúa invicto en la Liga.
Los Steelers de Pittsburgh necesitan que Big Ben —en su último año en la NFL— despierte ante los Chiefs de Kansas City.
El equipo de Andy Reid culminó la temporada pasada con una derrota ante Steelers, precisamente en el Arrowhead Stadium. Pittsburgh espera utilizar el mismo escenario para poner fin a la marcha perfecta de Chiefs.
Pero mucho ha cambiado desde el triunfo de los seis veces campeones del Super Bowl en la ronda divisional de Playoffs de la campaña anterior. Para empezar, son los Chiefs, y no los Steelers, los que llegan al encuentro de la mano de un explosivo ataque.
A pesar de que Pittsburgh ha ganado cinco de los últimos seis enfrentamientos, la semana pasada Ben Roethlisberger lanzó para cinco intercepciones en la derrota contra los Jaguars de Jacksonville.
Además, los Steelers han permitido 453 yardas por tierra en sus dos derrotas de la temporada, lo que representa un problema de cara al duelo ante el corredor novato Kareem Hunt, quien encabeza la NFL con 609 yardas por la vía terrestre.
Los problemas de Pittsburgh no se limitan a defender la carrera. Roethlisberger tiene sólo seis pases de touchdown; Le’Veon Bell, el corredor mejor pagado de la Liga, encabeza el ataque terrestre número 28 de la Liga y sólo Antonio Brown parece rendir al nivel esperado, ya que es el mejor receptor de la campaña, con un total de 525 yardas.
La situación en la ofensiva de Steelers necesitará un cambio drástico para mantener el ritmo con Alex Smith, Hunt y la ofensiva más anotadora de la NFL, que promedia 32.8 puntos por encuentro. Pittsburgh todavía no ha superado las 26 unidades en algún partido.
