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En el Guadalajara los jugadores han aprendido a combinar el futbol con otras actividades, ya sea pasatiempos o negocios, en busca de tener otras alternativas para dedicar su tiempo libre. Hay de todo. A unos les gusta la emoción fuerte, como Hedgardo Marín y Orbelín Pineda, cuya distracción es ir a jaripeos.
Los dos jugadores se la llevan muy bien fuera del campo, comparten el mismo gusto de los placeres que brinda el rancho, no olvidan sus raíces, y cuando tienen oportunidad, no es raro verlos en San Gabriel, Jalisco o Autlán, tierra muy querida por el central por izquierda. Por cierto, ambas carreteras son peligrosas por la cantidad de curvas que tienen.
Hedgardo busca también apoyar a la juventud. Hace poco tiempo abrió su academia y tiene su equipo llamado Autlán FC, en el cual busca apoyar a la juventud para que se dedique al deporte, así como alejarlos de las malas compañías y la drogadicción.
A Marín no se le olvidan sus raíces. En la primera oportunidad asiste a visitar a su gente en Autlán. También es un amante de los caballos. En Guadalajara tiene algunos para disfrutarlos con su familia.
Isaac Brizuela, entró al mundo de los negocios con sus Marquecitas, las cuales incluso ya ha llevado a Verde Valle para invitarle a sus compañeros al final del entrenamiento, siendo él parte de los cocineros, algo que le gusta mucho.
Jair Pereira, el central, tiene tiempo que entró al mundo de las barberías. En Guadalajara está próximo a abrir una, mientras que otras ya operan en otros estados del país. Al zaguero también le gusta montar para pasar el tiempo.
El defensa Oswaldo Alanís, tiene un negocio llamado Mi Gaspacho, una heladería, al igual que el atacante Ángel Zaldívar, quien tiene un negocio de chascas, en las que combina el helado de yogurth y la fruta natural, para quienes les gusta cuidar la línea.
El arquero Antonio Rodríguez, desde hace dos años tiene un restaurante de sushi. Él es cajero, mesero, limpia o recoger las mesas. El negocio le ha sido rentable. Riega sucursales en le Perla Tapatía.
Michael Pérez, en su momento abrió un restaurante de mariscos que se llamó El Pulpirón, recientemente le han cambiado el nombre, administración y se desconoce si todavía pertenezca al contención rojiblanco. De vez en cuando se le vio a jugadores del Rebaño pasar horas de distracción en el lugar, en días de asueto.
Jesús Sánchez tampoco se quedó atrás. Tiene una taquería sonorense que se llama Los Chapos y cada que tiene oportunidad, asiste para que sus clientes tengan la oportunidad de saludarlo, tomarse la foto; la empresa seguido hace promociones, como rifas de artículos del Guadalajara, desde una cachucha, hasta una camisa de juego.