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La visita de las Chivas al estadio Cuauhtémoc, para el duelo contra el Puebla —por el repechaje del Apertura 2022—, no es un encuentro de eliminación más.
Hay mucho en juego, sobre todo para el Rebaño Sagrado, porque —de ganar— el último proyecto encabezado por Ricardo Peláez subsistirá, pero si cae...
Cadena sabe que está sentado en una de las sillas más calientes del futbol mexicano: “No estoy pensando si alguien vendrá en mi lugar, sólo en ofrecer lo mejor”.
¿Los jugadores piensan lo mismo? Hay varios que llevan muchos años en las Chivas y los resultados no se dan.
Isaác Brizuela llegó en 2014. Fue campeón, pero después de 2017 ha estado más en la banca que en la cancha.
Jesús Molina es de los que da la cara, pero los resultados no lo acompañan. Arribó en 2019.
Miguel Ponce vive su tercera etapa en el equipo y en ninguna se ha consolidado.
Ángel Zaldívar es la eterna promesa de gol.
A Antonio Briseño se le conoce más por cuestiones mediáticas y escandalosas que por su rendimiento. Fue uno de los que estuvo en el palenque, pero niega que se les vaya a castigar, aunque —en un principio— a la directiva le sorprendió verlos ahí.
Cadena clasificó a las Chivas el torneo pasado, llegó hasta cuartos de final, y si ahora logra meterse será una hazaña, pero si no, todo indica que su ciclo habrá terminado, aunque no debe estar solo, pues los líderes del plantel deben responder. ¿Y la directiva?
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