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Última vez en su vida que se sientan ante la misma mesa, porque lo de ellos va más allá de una rivalidad deportiva.
Saúl Álvarez y Gennady Golovkin están a muy pocas horas de volverse a enfrentar en el ring de la T-Mobile Arena. Las palabras comienzan a desaparecer, para que mañana se conviertan en un intercambio de golpes.
El peleador mexicano, quien expondrá sus cuatro cinturones, reconoció que trabajó muy fuerte para esta pelea, con un objetivo en la mira: El nocaut.
“Trabajo bajo presión, y trabajo mejor así. Quiero terminar esta pelea antes de los 12 asaltos. Sé que no será fácil, pero vine a lograr lo complicado. Me emociona mucho, porque mi tirada es terminarla antes de los 12. Tengo un rival fuerte, inteligente, pero esa es mi tirada”, aseguró.
Todo boxeador quiere salir con los puños en alto, sin importar cómo lo consigue y —si es necesario— hasta ir en contra de las instrucciones de su entrenador, como lo ha hecho el Canelo con Eddy Reynoso.
“A veces, Eddy me dice cosas, pero yo no le hago caso, busco lo opuesto. Sé que va a ser difícil [noquear a Golovkin], pero lo voy a buscar con todo. Mentalmente y físicamente estoy listo”, sentenció el tapatío.
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