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El triunfo de Saúl Álvarez por nocaut ante el ruso Sergey Kovalev le permitió que México aumentara su presencia con campeones mundiales en los pesados, una división que históricamente no tenía grandes exponentes provenientes de este país y los contados que tenían la oportunidad de coronarse, salían derrotados.
Canelo, con su triunfo en el MGM Grand de Las Vegas, se convirtió en campeón semipesado de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) en la que también fue su primera pelea en ese peso. Ahora el jalisciense se convierte en el único mexicano campeón en esa división, en la que sólo figuran los púgiles rusos como Dmitry Bivol, campeón de la AMB, y Artur Berterbiev, monarca de la OMB y la FIB.
La victoria le permitió a Álvarez unirse a Andy Ruiz . El mexicoamericano se coronó campeón unificado de los pesos pesados por parte de la AMB, FIB y OMB , tras vencer con un sorprendente nocaut al británico Anthony Joshua, quien hasta ese combate presumía su etiqueta de peleador invicto.
Con ese triunfo, Ruiz aseguró un segundo combate con Joshua a realizarse el 7 de diciembre en Arabia Saudita . No sólo eso, también despertó el interés de que otros campeones o excampeones de la división, como el neozelandés Joseph Parker, quisieran enfrentarse con él. Parker dijo que quería reafirmar la victoria que obtuvo contra el mismo mexicano en diciembre del 2016.
La única división en los pesos completos en la que no hay un campeón mexicano es la de peso crucero, en la que se encuentran el francés Arsen Goulamirian , el kazajo Beibut Shumenov, el belga Ryad Merhy, el cubano Yuniel Dorticos y el letonio Mairis Breidis.
