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Llenar la moderna y lujosa Arena T-Mobile en torno a su rojiza barba y esos puños que presumen trinitrotolueno no es lo único que llena a Saúl Álvarez , cuya autoestima está a tope, al igual que sus cuentas bancarias.
Porque el Canelo es un negocio redondo en la capital del boxeo.
Las 20 mil localidades disponibles en un recinto que pareció construido para él, combinadas con los ingresos provenientes de quienes vienen a Nevada para verlo en acción, dejan un intenso olor a dólares para todos, porque aquí nadie pierde.
La del sábado contra Daniel Jacobs será su duodécima presentación en Las Vegas. Tiene foja de nueve victorias, un empate, una derrota... Y muchos millones de billetes verdes generados.
Aunado al contrato que firmó con la plataforma DAZN , el cual estipula 365 millones de dólares por 11 peleas, el Canelo es una caja registradora cuando se presenta en la “Ciudad del Pecado”.
Los fines de semana cercanos al 5 de mayo y el 16 de septiembre —las festividades mexicanas más importantes en Estados Unidos—, pueden generar, según cifras extraoficiales, cerca de 900 millones de billetes verdes para los complejos turísticos de la ciudad. De estos, poco más del 5% son generados por la gente que llega a la ciudad para ver las carteleras de boxeo.
Este sábado será el Álvarez-Jacobs , cuyos boletos costaron entre 105 y dos mil 500 dólares.
Sin contar los esquilmos dentro de la Arena, la recaudación en taquilla será de 26 millones de dólares, cifra que podría escalar hasta los 50 por la venta de alimentos, bebidas y mercancía oficial del combate.
En cuanto a DAZN , que le paga en promedio 33 millones de dólares por pelea, hay dos formas de contratarla de este lado de la frontera: por 100 billetes verdes al año o 20 al mes. Hasta ahora, se estima que tiene cerca de cinco millones de suscriptores en el mundo, la mayoría ocasionales, pero el Canelo es precisamente uno de los ganchos con los que desea atrapar a la gente.
Se espera que el combate de este sábado tenga una penetración cercana a los dos millones de peticiones, aunado al dinero que recibe por la venta de los derechos de transmisión en los países en los que todavía no ha entrado la plataforma o no lo ha hecho completamente.
Las apuestas son otra derrama económica importante. Más allá de los 50 millones de dólares, aproximadamente, que dejarán quienes asisten exclusivamente a la pelea, el boxeo es uno de los deportes predilectos de los apostadores, quienes pueden mover cantidades estratosféricas durante esta semana. Por lo pronto, Álvarez es considerado amplio favorito. Al cierre de esta edición, su momio era de -350, por +270 de Jacobs, quien luce como simple comparsa del negocio.