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No entiende que no entiende...
Y no es Enrique Peña Nieto ni esto pretende ser The Economist (Dios nos libre). La lapidaria frase la merece Dave Roberts , títere genuflexo de los nerds que manejan los destinos de los Dodgers tanto en la oficina como en el campo.
Las ansias de sobremanejar volvieron a hacer presa a un Roberts que ha encontrado los zapatos de Durocher, Alston y Lasorda algo enormes y difíciles de llenar. Por cuarta vez quiso pedir a su cerrador Kenley Jansen un salvamento de seis outs en Serie Mundial . El resultado arrojaba dos fracasos anteriores y un éxito (del año pasado) , pero sobre todo preocupaba la historia de reciente, la de anoche, en que no pudo el holandés con la asignación y ello vino a provocar el maratón de 18 episodios que nosotros disfrutamos y padecieron ambos bullpens. Esa historia volvió a repetirse esta noche, aunque ahora Boston resolvió en los nueve rollos de rigor.
Farolitos
de su casa y oscuridad de la calle. Así habían sido Dodgers y Medias Rojas en esta Serie Mundial . Así hasta hoy.
Ninguno había podido vencer como visitante hasta ahora que Boston , con clase y viniendo de atrás, remontaría un 4-0 para vencer a los Dodgers 9 carreras por 6 y ponerlos al borde de perder este Clásico de Otoño en que Boston ya tiene ventaja de 3 juegos a uno.
Después del maratón de anoche que tuvo que dilucidarse en 18 entradas y que minó ostensiblemente los bullpens de ambos equipos, tocaría enfrentarse a dos zurdos. El cruvero Rich Hill por los californianos y el venezolano Eduardo Rodriguez , con buena curva pero con algo más de velocidad que Hill por los de la tierra del clam chowder.
El campo fue regado en demasía para buscar una humedad artificial que favorecía a ambos lanzadores, cuyas curvas en tal entorno quebraban más.
El riesgo vendría conforme fuera cayendo la noche. Hill fue eficiente y caminó por seis un tercio con siete ponches utilizando sus curvas para ponerlos en dos strikes y la recta para poncharlos. Rodriguez tampoco cedía y así se fueron trenzados en pelea de perros durante las primeras cinco entradas.
Llegaría la sexta. Ahí se le acababa la gasolina a un bravo Rodriguez , que abrió varios juegos en la temporada, pero que durante la última parte de la misma y a lo largo de toda la postemporada, se había venido desempeñando como relevista.
Ante la falta de condición, no hay valor que alcance y ahí le cayeron los Dodgers . En rally culminado por vuelacercas del cubano Yasiel Puig, los Dodgers ponían una pesada losa de 4 carreras por cero.
No iba a durar. Después de pasaportes a Xander Bogaerts y Brock Holt en la séptima, vino macanazo de cuatro esquinas del emergente Mitch Moreland sobre la serpentina de Ryan Madson. 4-3 le respiraban en el cuello los Medias Rojas a los Dodgers.
Para la octava entrada, Roberts trajo a Jansen y en el pecado llevó la penitencia. Steve Pearce, cuyos turnos no nos hemos cansado de encomiar desde que comenzó la Serie Mundial , se enredaba con uno de sus cúteres que quedó más colgado que Saddam Hussein y empataba a 4 el juego con tanganazo por todo el jardín central.
Ahí empezaba la debacle. Novena alta, tras un out ante los envíos de Dylan Floro , tras un out Brock Holt pegaba doblete al izquierdo, gracias al “beisbol moderno” que preconiza Morocco Topo, quien cargó en formación especial el infield hacia la primera base, buscando que Holt jalara la bola.
Esto tuvo dos pequeños inconvenientes.....si vas a hacer eso, le lanzas ADENTRO al bateador, no afuera, porque así le facilitas el batazo que dio. Además, con el juego empatado es obligatorio dejarse de formaciones y cuidar las rayas para evitar los extrabases.
Ya después del doblete de regalo derivado de los fundamentalismos de una caterva de economistas de la Ivy League que jamás jugaron beisbol, el dominicano Rafael Devers dio el batazo que pondría en ventaja a Boston, que ya jamás perderían.
Boston se impuso 9 a 6 , alzando Kelly los brazos en labor de relevo. La derrota fue para Dylan Floro demostrando que los economistas con estudios en el extranjero han hecho mucho daño en lo que supuestamente es lo suyo, manejar países; pero que pueden hacer mucho más en el beisbol.
Mañana el juego a las 18:00 horas del centro de la República . Los Dodgers , sin líder y sin cerrador se enfrentan a unos Medias Rojas que no tienen otro motivo para dejar de pasarles encima mañana mismo que no sea el querer coronarse en Fenway Park.