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En año y medio del gobierno de la cuarta transformación (4T), el consorcio Mota-Engil ha congeniado con dos rostros que quiere el presidente Andrés Manuel López Obrador para México: un tren maya que cruce el sureste y posicionar al beisbol como el deporte nacional.
Con la compra de los Pericos de Puebla a finales de 2018 —equipo que meses antes había desaparecido— el grupo que encabeza José Miguel Bejos hizo un guiño de aprobación a los gustos de López Obrador por el Rey de los Deportes.
El rescate de los Pericos necesitó 2.5 millones de dólares que fueron depositados a la cuenta del antiguo dueño Gerardo Benavidez, mientras que el concurso ganado del tren maya por parte de Mota-Engil es de 15 mil 500 millones de pesos, unos 673 millones de dólares, o lo que es lo mismo: un jonrón con las bases llenas en los negocios.
Para la segunda temporada gestionando la novena poblana, la encomienda de José Miguel Berros a sus colaboradores fue que el proyecto Pericos despegue con un presupuesto amplio para destinarlo en lo deportivo e infraestructura para lograr una imagen atractiva.
La pandemia de coronavirus frenó la velocidad del proyecto que ya tenía el empuje de un tren.
“Hay muchos temas extradeportivos que estaban contemplados para ser más grandes este año. Teníamos muchos patrocinadores e incluso habíamos logrado el acuerdo para que nos transmitieran en tele abierta los juegos de fin de semana. Sin embargo, esta crisis nos impulsa a reinventarnos”, declaró Ramón Ramírez, vocero de Pericos.
La organización emplumada es hasta el momento de las pocas empresas en el ámbito deportivo que no ha reducido personal ni retenido salarios a sus trabajadores.
“Si hay una indicación del dueño es que no se hagan ajustes a sueldos durante la crisis”, dijo Ramírez.
Sin embargo, los peloteros al tener tradicionalmente contratos que se activan sólo por las semanas jugadas durante la temporada, viven una siituación diferente.
Aunque desconoce si los jugadores reciben un adelanto de su salarios mientras inicia la campaña, Ramírez puntualizó que no estarán a la deriva.
