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Monterrey.— La mañana del 19 de febrero de 2017, la familia Valenzuela y sus dos socios (Carlos Orvañanos, de Cerveza Tulum y José Guillén, de la compañía Fixln) concretaron la compra de los Tigres de Quintana Roo.
Con la adquisición, la franquicia evitaba la desaparición y estaba por iniciar una nueva etapa, que también arrastraría a Fernando Valenzuela Jr., quien se retiró abruptamente como pelotero y de inmediato se integró a la directiva del equipo, del que es Presidente Ejecutivo.
A poco más de dos años, el hijo de la leyenda de los Dodgers confiesa a EL UNIVERSAL Deportes que ha sido dura y rápida la transición de una función a otra al igual que la toma de la administración del equipo.
—¿Cuál era la situación del equipo cuando lo compraron?
“Delicada. Deportivamente porque teníamos la necesidad de armar al equipo para empezar la pretemporada y posteriormente la campaña regular. Operativamente había algunas torres de luz del estadio que no funcionaban y otras situaciones que necesitaron de una inversión muy fuerte”.
—¿Cuánto tiempo les tomó poner orden al club?
“Todavía estamos en ese proceso. Día tras día realizamos cosas para ponernos al corriente, especialmente en el estadio. Tenemos un 90 por ciento arreglado en todos los departamentos. En el caso de los patrocinios también hemos crecido. Por ejemplo, hicimos una alianza con un sindicato de hoteleros de Cancún en el que les vendimos palcos y estos los ofrecieron a los turistas”.
—¿Cuál es el departamento en el que tu padre pone énfasis?
“En todos. No puede estar físicamente con el equipo por su trabajo como locutor con los Dodgers, pero diariamente me llama para saber cómo van las cosas. Todas las decisiones se consultan con él”.
—¿Cuál es el presupuesto para contratar peloteros?
“Se mantiene en promedio respecto a otros equipos de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) . Eso evita que traigamos a grandes figuras de MLB o Japón, como la gente se acostumbró”.
—40 millones de pesos, ¿sería un cálculo aproximado de su presupuesto?
“Ese sería un presupuesto aproximado y razonable con el que un equipo de la LMB puede operar. No tengo la cifra exacta para saber si es nuestro caso, pero es una realidad que con eso se puede operar una franquicia promedio en la liga”.
alain.arenas@clabsa.com.mx