Las 104 victorias que consiguieron el año pasado, no sirvieron de nada a los Dodgers de Los Ángeles, que siguen siendo recordados como el equipo que año tras año gasta arriba de 200 millones de dólares y no gana la Serie Mundial desde 1988.

La buena noticia para la novena angelina es que regresa con casi la misma plantilla que en los últimos cinco años ha dominado el Oeste de la Liga Nacional.

Si bien la derrota en la Serie Mundial frente a los Astros fue más fea que un día sin sol en California, el manager Dave Roberts puede recurrir al método Kaizen, que proviene de Japón, su país de nacimiento y aplicar la mejora continua.

Roberts cargó con la derrota en noviembre, pero manejó de buena forma a su equipo de lanzadores, a excepción de su compatriota Yu Darvish, quien se mudó a Chicago al no obtener crédito en LA.

Los Dodgers no tendrán problemas para obtener otra vez el banderín de su división y volverán a rebasar las 100 victorias en la campaña, algo que por increíble que parezca, les pega como ola en la cara.

De siete ocasiones que rebasaron la centena de triunfos en la campaña, en cinco se quedaron en la orilla al perder la Serie Mundial y las otras dos se despidieron en la ronda divisional.

Pero basta de tanto drama para un conjunto que ahora mira al futuro con talento de su granja y que se deshizo de tres jugadores que ya sólo sumaban varios ceros a la derecha de la nómina... pero con ceros también en su productividad (Adrián González, Brandon McCarthy y Scott Kazmir).

Chris Taylor y Cody Bellinger son los nuevos rostros de Los Ángeles. Con 39 jonrones, Bellinger terminó segundo en la Liga Nacional, por debajo de Giancarlo Stanton, a pesar de que pasó casi todo el mes de abril en las Menores. Su poder de bat y contacto dotan de energía a cualquier lineup.

En la lomita cuentan con el mejor pitcher de MLB. Clayton Kershaw se perdió cinco semanas por una lesión en la espalda y aún así logró ganar 18 juegos y ponchó a 202 bateadores. Debido a las preocupaciones de que su espalda vuelva a encenderse, ya no es el indiscutible lanzador de fantasía número uno. Pero cuando está en la lomita, no hay nadie mejor.

Kershaw se perdió cinco semanas por una lesión en la espalda y aún así logró ganar 18 juegos y ponchó a 202 bateadores.

El zurdo lanzó más rompimientos que ningún otro abridor, lo cual es inteligente: la tendencia a tener más curvas en la Liga lo ayuda, porque hay más apertura con la zona de strike.

Kenley Jansen es simplemente el mejor cerrador de Grandes Ligas. Convirtió 41 de 42 oportunidades de salvamento la temporada pasada, con cinco victorias y una efectividad de 1.32.

Si las cosas vuelven a salir mal para los Dodgers, no se alarmen, porque gracias a que por primera vez desde 2012 no pagarán el impuesto de lujo en nómina, pueden ir en la próxima agencia libre por los peces gordos.

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