Rolex Sea-Dweller se viste de Rolesor amarillo por primera vez. El “habitante del mar” en material noble para conquistar la tierra. En el año 2017, Rolex actualizó el Sea-Dweller volviendo al modelo original con la inscripción de su nombre en rojo sobre la carátula. Ahora el nuevo tono sobre la esfera negra lo da el oro amarillo. El bicolor de este Oyster Perpetual combina el acero Oystersteel propio de la firma y el oro de 18 quilates. Más reflejos luminosos sobre este contraste elegante para un diver más sofisticado.

Sea-Dweller, en metal precioso
Sea-Dweller, en metal precioso

Fue creado para sumergirse hasta 610 metros (2,000 pies) y, a partir de 1978, dobló la profundidad hasta los 1220 metros (4,000 pies). La innovación en aquel momento fue la válvula de helio en el flanco de la caja, que ya Rolex había patentado en 1967. La carrura se trabaja a partir de un bloque macizo de acero especialmente resistente a la corrosión y el fondo de la caja está enroscado.

Sea-Dweller, en metal precioso
Sea-Dweller, en metal precioso

Como animal del abismo azul, su corona también cuenta con un refuerzo de triple hermeticidad y protectores tallados a ambos lados. Característica que destaca de igual forma en la lente Cyclops a las 3 horas para el aumento de la lectura de la fecha.

Sea-Dweller, en metal precioso
Sea-Dweller, en metal precioso

La nueva versión del Sea-Dweller en Rolesor amarillo cuenta con el bisel, la corona y los elementos centrales del brazalete en oro amarillo de 18 quilates, mientras que la carrura y los laterales son de acero Oystersteel. Y en el bisel giratorio unidireccional, se emplea el disco Cerachrom con su graduación a los 60 minutos.

Sea-Dweller, en metal precioso
Sea-Dweller, en metal precioso

Moldeados en hueco, las graduaciones y números se colorean con oro mediante una técnica PVD. Un bisel monobloque perfectamente funcional también gracias a las muescas para poder manipularlo con mayor facilidad.

Sea-Dweller, en metal precioso
Sea-Dweller, en metal precioso

Sea-Dweller monta el calibre 3235 con la última tecnología de Rolex: escape Chronergy, espiral Parachrom azul y oscilador sobre amortiguadores Paraflex. Un movimiento automático con 70 horas de reserva de marcha. Llega con la certificación Cronómetro Superlativo (-2/+2 segundos al día) y una garantía de cinco años gracias al sello verde de la casa. Un encuentro entre la nobleza del oro y la robustez del acero para un reloj herramienta de resistencia abisal.

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