Efectivamente, aún quedaba mucho que contar. El pasado año Montblanc presentaba la flamante colección Heritage como su gran apuesta para recuperar el interés de los aficionados a los relojes vintage. Fiel a la estrategia que ha establecido en los últimos años, la firma de Hamburgo nos mostraba un amplio surtido de modelos.
Todos con el elemento común de la inspiración clásica, repartidos en tres niveles de movimientos con el objetivo de abarcar el rango más amplio de clientes. Tres categorías que vuelven aparecer en otras tantas versiones, con las cuales Montblanc confirma el gran atractivo de la colección, creada para ser uno de los pilares de su catálogo por mucho tiempo.
Planteada la estrategia, aquí la novedad se ciñe al aspecto, mientras las maquinarias son las ya conocidas del anterior año. En principio puede parecer poca cosa, aunque pronto nos daremos cuenta de lo infundado de nuestros temores. La verdad, las tres novedades suponen un importante salto cualitativo en términos estéticos y estratégicos.
El año pasado la firma introdujo un bellísimo modelo en acero y carátula champagne. La novedad de 2020 es una variante en oro rosa con carátula marrón tabaco. Montblanc Heritage Manufacture Pulsograph con un color sin duda original, el cual destaca especialmente en esta versión, gracias al contraste de los acabados grainé y soleil de su superficie.
El espectáculo se traslada al fondo transparente de la caja, a través de la cual podemos ver el impecable acabado artesanal de su movimiento manual. Todo un deleite para los aficionados de los cronógrafos clásicos.
El paso intermedio lo representa el Heritage Monopusher Chronograph (42 milímetros), modelo ya presentado el pasado año y que tenía el atractivo técnico de su calibre automático con módulo cronógrafo exclusivo de accionamiento mediante un único pulsador alojado en el interior de la corona. Aquí las referencias estéticas con los cronógrafos Minerva que han inspirado la colección son más que evidentes.
Como vemos en los índices horarios con forma de puntos o en la composición de los contadores. Donde no faltan las líneas de información que llevaban los modelos de los años cincuenta, para advertir a su usuario del cambio de las tarifas de las llamadas internacionales. La novedad este año es la carátula color champagne, disponible el año pasado únicamente en la versión manufactura, sensiblemente más cara que esta referencia.
Por supuesto, en unos modelos inspirados en los antiguos cronógrafos de Minerva, no podía faltar una referencia equipada con sus emblemáticos mecanismos; aquellos que dieron fama a la manufactura durante décadas y que suponen el gran valor técnico de Montblanc hoy en día. Hemos visto estos calibres en las referencias más exclusivas de la colección 1858.
Por último la referencia más sencilla, pero igual de cautivadora: Heritage Automatic (40 milímetros) destaca por la mezcla de caja de oro amarillo con luneta en color verde; una combinación inédita hasta la fecha dentro de la colección Heritage. Más allá del incuestionable atractivo de la propuesta, hay que destacar la audacia de Montblanc para sacar un modelo en oro amarillo en un momento en el que es la variante rosa quien domina todo el mercado. Un poco de originalidad nunca viene mal; y mucho menos si le precede un poso de autenticidad: al fin y al cabo, antiguamente el oro amarillo era la modalidad más usada en los relojes de lujo de la época.
Repasados los modelos, ¿qué tienen en común todos ellos? Lo decíamos al principio: un gusto por los colores atrevidos que dan vida a un diseño nacido hace setenta años.
Características técnicas: Montblanc Heritage Manufacture Pulsograph
Caja de oro rosa de 40 mm
Hermeticidad hasta 50 m.
Movimiento mb m13.21 carga manual
Reserva de marcha 55 hrs.
Alt&/h 18,000
Edición: 100 ejemplares