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Muy pocas firmas son tan consecuentes con su filosofía como HYT. Sobre todo, porque ya sabemos que, en alta relojería, admiramos la precisión pero la hora es lo último que vemos. Así que con el principio de la clepsidra aplicada al siglo XXI, estos descendientes suizos de Heráclito han convertido la tesis de su río incesante del paso del tiempo en bellos objetos artísticos. “Nadie puede bañarse dos veces en el mismo río”.
“México es importante para nosotros, el cuarto o quinto mercado a nivel mundial, pero no es solo por esto, sino también por la proximidad de su cultura”, comenta Grégory Dourde, CEO de HYT. Y no se refiere a las distintas Skull que forman parte consolidada de su colección como icónica oda hedonista a la vida y la muerte, sino a las tres nuevas piezas (únicas) dedicadas a México.
H2.0 presenta un movimiento mecánico de Renaud & Papi con el módulo hidrofluido y el toque distintivo del verde, blanco y rojo de la bandera para cada una de las piezas. Si la vida nunca se detiene, el domo de zafiro del H2.O es un nuevo prisma luminoso que atrapa y libera todas la emociones vitales del paso de los instantes.
El constante cambio entre el día y la noche, o el cruce del pasado, presente y futuro que transcurre en el capilar del fluido negro frente al líquido transparente que queda por correr, en esta ocasión con una base luminiscente. Las tres nuevas piezas incorporan un sensor térmico que anima a colocarse la pieza en caso de clima frío.
El pulso que incita a sentir el tiempo sin que tampoco sean importantes las horas exactas durante el transcurso del día, sino las emociones y el estado de ánimo que fluctúa acorde a las sensaciones de cada momento. Una pieza con una arquitectura tridimensional que aspira a convertirse en escenario vital más allá de ser un guardatiempo en la muñeca.
Las nuevas piezas se presentan en caja de acero de 51 mm con revestimiento DLC negro y hermeticidad hasta 30 metros. El color del bisel marca la diferencia –verde, blanco, rojo-. Un movimiento mecánico manual con 192 horas de reserva de marcha que pone en marcha el módulo fluídico gracias a una leva que gira y activa el juego de los dos fuelles en posición angular. Cuenta con una aguja central para señalar los minutos.
Pero en HYT tal vez eso sea un detalle menor cuando se trata de disfrutar del tiempo cada segundo. “Los ladrones de agujas” vuelven para transportar el agua como en las antiguas clepsidras y medirnos el tiempo que nos fue “robado” y el que llega. Ciencia que se alía a la vida y busca dar un sentido al tiempo.