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Después de su culto a la precisión, la maison Jaeger-LeCoultre nos lleva aun viaje al satélite natural de la tierra para presentarnos su nueva colección, la cual nos invita a contemplar las indicaciones de las fases lunares, desde un punto de vista más femenino en dos modelos Rendez-Vous Moon y Rendez-Vous Moon Serenity.
La primera se presenta en dos variantes de caja en 34 mm de acero u oro rosa donde resalta su esfera Guilloché plateada. Dentro de su dial, a las 6 una subesfera azul indica la fase lunar con un cielo estrellado de laca color azul, el cual resalta por las nubes que lo sostienen.
Entre las 5 y las 7 sus cifras florales desaparecen y aparecen de una manera delicada, para formar un semicírculo que ofrece un espectáculo nocturno de esplendor, que se renueva una y otra vez.
Esta pieza se dota en total de 107 diamantes. De ellos 60 se ubican en el bisel, los cuales son de talla brillante montados en toda la circunferencia. En el interior de su esfera destacan otros 47 brillantes, que conjugados con el dial guilloché, ofrecen un espectáculo de armonía y brillo.
La energía para el Rendez-Vous Moon proviene de un calibre Jaeger-LeCoultre 925A/1 automático que proporciona una reserva de marcha de 40 horas. Su hermeticidad es de 50 metros. El toque final lo da su ajuste a la muñeca con sus brazaletes intercambiables.
Rendez-Vous Moon Serenity
Este modelo podría evocar el lado oscuro de la luna gracias a sus tonalidades, sin embargo el brillo lo dan sus 62 diamantes que se colocaron en su bisel que sobresalen de esa ola azul para dar una sensación de serenidad y suavidad que se monta en una caja de 36 mm en oro rosa.
Sobre las 6 se muestran las fases lunares sobre un satélite natural representado en nácar sobre un mapa celeste satinado. E su esfera interior se muestran dos semiesferas doradas que emiten un brillo con la luz, para recrear un cielo nocturno estrellado.
El Rendez-Vous Moon Serenity late con un movimiento mecánico de carga automática Jaeger-LeCoultre 935 que proporciona una carga de 38 horas, el cual puede se puede observar a través de un cristal zafiro para dar cuenta de sus 265 componentes.
De esta manera Jaeger-LeCoultre nos invita a un viaje con los astros en compañía de estos dos modelos, los cuales nos muestran los lados de la luna acompañados de un brillo muy especial y desde luego con el toque que solo ellas puedan dar a estas piezas.