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Ser una firma franco-suiza y tener ascendencia hispano-latinoamericana como ciudadano francés tiene sus ventajas. Pero la transversalidad cultural en Bell & Ross viene de origen.
El nuevo Diver Blue.
Relojes cuadrados con el mismo poder de seducción desde hace dos décadas que sus piezas redondas; de inspiración militar pero destinados a gentlemen urbanos; con acento técnico pero rodeados de emociones por tierra, mar y aire, y siempre con un intencionado gesto estético y hedonista, como sus propietarios.
Ha hecho falta que bajara la marea en el sector relojero para saber quién traía puesto el traje de baño y Bell & Ross sorprendió en el pasado Baselworld con una de las paletas más propositivas y coherentes de la actualidad, sin desviarse de sus principios esenciales.
BR 03-94 R.S.18, surgido de la alianza con la escudería Renault de Fórmula 1.
Relojes como el Vintage Steel Heritage que funcionan como un sport-elegant a la moda, liberado de la rigidez de los iconos de los años 70 con su pátina envejecida en las indicaciones, están tan meditados que cuesta encontrarles una crítica.
O la colección BR03-92 Diver que consolida la difícil tarea de forjar, en su segundo año, un poderoso nuevo referente entre los relojes de inmersión a pesar de ser cuadrado.
O el tercer año de la alianza con Renault Sport Formula One Team con una colección R.S.18 aún más evolucionada en todo sus desafíos.
O los BR-X1 Skeleton Tourbillon Sapphire, tres deslumbrantes piezas únicas de alto impacto, dos de las cuales se venden en la e-boutique de Bell & Ross y en Mr. Porter.
Lo funcional y lo estético, lo deportivo y la haute horlogerie, lo hi-tech y lo life-style, el estilo retro y los canales digitales… El arte de hibridar universos múltiples.
BR-X1 Skeleton Tourbillon Sapphire Blue.
“No importa que la economía esté bien o mal, que la relojería viva un momento de transformación. Lo importante es que sepas lo que eres y a dónde vas”.
El CEO Carlos Rosillo resume en esta idea meridiana lo que sus nuevos productos expresan muy bien y él atribuye a la doble cultura: el aperturismo y la diversidad que vertebra una firma de doble liderazgo, Bruno Belamich (Bell) y Carlos Rosillo (Ross).
Y ante un entorno de arenas movedizas, ni una duda sobre el futuro: “El reloj tiene una cosa mágica y es que encapsula el tiempo que es un concepto fundamental para el ser humano”, resume Rosillo mientras en su iPhone suena Get Lucky de Daft Punk en versión de Pharrell Williams.
Carlos Rosillo, CEO de Bell & Ross y fundador de la marca con Bruno Belamich.