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Averiguamos si el Mercedes-AMG E53 4MATIC+ era fiel a lo que significa Mercedes-AMG y la respuesta fue sorprendente. Este 2021 la división AMG de Mercedes-Benz cumple 50 años de añadir pimienta –y en ocasiones más bien chile habanero– a los refinados autos de Stuttgart. Todo comenzó en 1967 con Hans-Werner Aufrecht (A), Erhard Melcher (M) y la población de Großaspach (G). En un modesto taller comenzaron a crear piezas para modificar los autos de Mercedes-Benz y hacerlos más rápidos y potentes. Destaca el fabuloso “Red Pig” (“rote sau” en alemán) un enorme Mercedes-Benz 300 SEL 6.8 AMG, altamente modificado por amg, que fue segundo lugar en las 24 horas de Spa en 1971. Su enorme tamaño y peso fueron motivo de burla hasta que casi se lleva el triunfo. Son 50 años de poder absoluto.
MERCEDES-AMG E 53 4MATIC+
Este fue el inicio de AMG, que con el paso de los años colaboró más y más de cerca con los ingenieros de Mercedes-Benz hasta convertirse en una subsidiaria de la marca, responsable de las versiones más potentes de los elegantes autos de Stuttgart; y vaya que las siglas AMG se han ganado el respeto de los que buscan un extra en su Mercedes-Benz.
Tuve en mis manos —aunque brevemente— el Mercedes-AMG E 53 4MATIC+, la muestra perfecta de que el significado de esas tres letras no ha cambiado en su esencia, sino que además ha crecido. Ahora se añade a esa potencia la búsqueda de la máxima eficiencia de combustible. La sensación que imparte el sedoso motor de seis cilindros en línea de Mercedes es única. Tiene tres litros de cilindrada y una revisión importante por parte de amg en cuanto a potencia, con un turbocargador y el sistema híbrido mild hybrid drive que incluye un motor/generador eléctrico que recupera energía del motor de combustión interna, al frenar o con el impulso del auto al rodar en terreno plano y la almacena en una batería. Así se aprovecha mejor cada litro de gasolina y se obtiene un empuje adicional al acelerar a fondo.
RESULTADO SORPRENDENTE
El resultado es sorprendentemente transparente, no se siente la diferencia entre usar el refuerzo eléctrico al acelerar o cuando es el puro motor de combustión, a menos que se utilice el panel de instrumentos digital —algo como de ciencia ficción— para monitorear en tiempo real el flujo de energía. El resultado en las manos y en el acelerador es que el auto se siente como si tuviera un motor más grande.
La transmisión automática es parte importante de esa sensación de invencibilidad, ya que por medio de sus nueve velocidades, el motor siempre puede estar en el rango óptimo de revoluciones. Al plantar el acelerador todo el camino hasta la alfombra no hay titubeos, no hay retraso, solo una aceleración enérgica y sin pausas. Dos paletas de cambio a los lados del volante permiten hacer los cambios manualmente, algo innegablemente divertido —especialmente en caminos revirados—; pero francamente, la inteligencia artificial de la transmisión hace un excelente trabajo. En esta versión 4Matic se cuenta con el beneficio adicional de un sistema de tracción integral permanente, para una pisada segura en cualquier condición de cualquier pavimento.
PODER ABSOLUTO
El diseño exterior es único para el Mercedes-AMG E 53 4MATIC+, especialmente las fascias delantera y trasera y las pequeñas jorobas sobre el cofre que recuerdan a uno de los más grandes autos de la casa, el Mercedes-Benz 300 SL “alas de gaviota” de mediados de los años 50, uno de los grandes de todos los tiempos. El interior tiene asientos deportivos que combinan tapicería de Alcantara con cuero. Hacen un gran trabajo al mantener a los ocupantes en su sitio sin importar las generosas fuerzas G que se generan en las curvas. La suspensión AMG Sport, basada en AMG Ride Control+ se beneficia de una increíble rigidez estructural del monocasco. En su ajuste más deportivo no resulta en una marcha dura e incómoda y en el más suave tampoco lo hace sentirse flotante. Equilibrio es el nombre del juego y en el Mercedes-AMG E 53 4MATIC+ abunda y se siente.
DIGITAL HD
El panel de instrumentos consiste en dos pantallas digitales HD de 12,3”, configurables para mostrar la información deseada. El festín tecnológico del Mercedes-AMG E 53 4MATIC+ es vasto, controlable a través de los mandos en la consola que incluye un panel táctil para escribir con el dedo. Diversos modos de manejo permiten definir hasta el mínimo detalle al gusto y confort de cada conductor. La dirección es asistida electromecánicamente y entrega una gran cantidad de retroalimentación. Llena las manos con información sobre lo que sucede en el eje delantero sin resultar excesivo, pero imparte una sensación de confianza al buscar los límites de adherencia.
La conectividad con smartphones es total y cuenta con navegador satelital. El sistema de audio creado por el especialista berlinés Burmester es sublime. En cuanto a seguridad, las asistencias al conductor ofrecen margen extra al conducir. Sorprende el asistente de frenado activo por medio de radar. Si nos aproximamos demasiado a un objeto inmóvil o a menor velocidad, emite una advertencia y en caso necesario aplica los frenos de forma autónoma. Toda la tecnología se disfruta más con cada km que se recorre. A decir verdad, fue muy difícil devolver el auto a Mercedes-Benz. Son 50 años de poder absoluto.
(Texto: Carlos Matamoros)