Más Información
SCJN determina que prohibir consumo de alimentos y bebidas en zonas exclusivas para fumar es ilegal tras análisis de amparo
INAI da recomendaciones para evitar robo de identidad y fraudes; pide ser cuidadoso en redes sociales
Toda la comunidad relojera tiene en mente 1957, cuando la trilogía de OMEGA formada por el Speedmaster, Seamaster 300 y Railmaster cubría las dos dimensiones espacio-temporales y la tercera de nuestra existencia con la última tecnología suiza. Pero el comienzo de esta historia se remonta originariamente a 1948. OMEGA ya cronometraba los Juegos Olímpicos de Londres con células fotoeléctricas y cámara “photofinish”. En otro alegato de visión vanguardista, mecánica precisa y diseño creativo, la firma de Biel creó el Seamaster para celebrar su esperado centenario. Antes que el venerado e icónico Speedmaster, Seamaster fue el primer proto-reloj moderno de la casa que fundamentó los principales valores de OMEGA que aún perduran en nuestro tiempo: piezas deportivas, automáticas, robustas, precisas, de inquebrantable resistencia al agua y diseño elegante.
Seamaster era una pieza con herencia militar fabricada para soportar los mayores desafíos. Durante los años de la Segunda Guerra Mundial, OMEGA suministró más de 110,000 relojes para los soldados del Ministerio de Defensa de Gran Bretaña, como apoyo a los pilotos de sus Fuerzas Aéreas y de la Marina. Tras la finalización del conflicto, la compañía creó la primera familia de relojes Seamaster como una herramienta más pragmática para los hombres de acción de la nueva sociedad que nacía en tiempos de paz. Seamaster era una colección que combinaba la poderosa tecnología de combate con una estética más depurada, elegante y más civilizada —un reloj de “ciudad, mar y campo”—.
Los modelos de la colección de aquella época medían 34 o 35 mm de diámetro con una significativa hermeticidad hasta 60 m (197 pies). Esfera ligeramente abovedada, manecillas estilo Dauphine, marcadores de hora triangulares y empleo de material luminiscente eran sus rasgos principales. La inscripción “Seamaster” aparecía en letra cursiva sobre las 6 h.
La producción de la firma, desde la primera mitad de siglo, ya experimentaba con tecnología de vanguardia. Cabe recordar que OMEGA había testado su Marine en 1932 a 73 metros en el lago Lemán —un ingenioso reloj de submarinismo concebido como caja rectangular estanca que conserva en su museo—. También superó pruebas de resistencia a 135 metros de profundidad en el Laboratorio de Investigación de Relojería de Neuchâtel. Y el Ministerio de Defensa de Gran Bretaña concedió entonces que cada reloj llevara grabado W.W.W. en el fondo de caja —siglas en inglés de “Reloj de pulsera resistente al agua”—. La producción masiva de relojes militares permitió a la firma suiza mejorar aún más detalles técnicos centrales, como los campos de la resistencia al agua, el antimagnetismo y la solidez. Un linaje de guardatiempos capaces de soportar las condiciones más duras.
El sello final del icónico Seamaster sería su hipocampo. Los anales aseguran que Venecia fue la auténtica inspiración para crear uno de los símbolos más famosos de la relojería suiza. Jean-Pierre Borle, miembro del departamento de diseño de OMEGA, visitó la ciudad y quedó impresionado por la figura mitológica del caballito de Neptuno, esculpido en las góndolas. Desde 1957, Poseidón con su tridente y los dos caballitos de mar figuraban en los nuevos Seamaster 300 que perfeccionarían esta colección submarina. En la antesala de la década del rock, los hippies, la psicodelia, las mayores revoluciones sociales y experimentaciones cultural de vanguardia del pasado siglo xx, Seamaster se consolidaba como especie única de genética acuática.
Ahora OMEGA rinde homenaje a la familia lanzada hace 75 años con una colección de siete relojes —son 11 modelos en total—convertidos en una gran alegoría de la resistencia al agua. Esferas “Summer Blue” desde el Aqua Terra, que representa la superficie bañada por el sol, hasta el portentoso Ultra Deep, inmerso en el oscuro abismo. Siete iconos de máximas prestaciones con certificado METAS para evocar un baño celestial en el mar sin límites.
PROLOF
Su esfera “Summer Blue” exhibe el mismo cepillado soleil del reloj original de 1971. Renace la emblemática pieza de acero monobloque con su corona atornillada y pulsador de seguridad a las 2 h. Luce aro de cerámica azul en esta edición. Su look vintage de los años 70 se refuerza con la correa de caucho perforada. Y se presenta en el acero especial de OMEGA. Acero O-Megasteel 55 x 48 mm. Calibre 8912 Co-Axial Master Chronometer. Hermeticidad a 1,200 metros.
PLANET OCEAN 600M
Un reloj que nació en 2005 con bisel naranja, su singular válvula de helio y el escape Co-Axial que aparecía por primera vez en el calibre 2500 de OMEGA. Esta edición se presenta con esfera azul de la nueva colección en degradado y bisel de cerámica azul. Sus manecillas e índices son azulados también, rellenos de una exclusiva Super-LumiNova más clara. Acero 39.5 mm. Calibre 8800 Co-Axial Master Chronometer. Hermeticidad a 600 metros.
AQUA TERRA WORLDTIMER
Una visión de la Tierra con el océano y todos los continentes en relieve gracias a la técnica de ablasión láser sobre una placa de titanio. Un círculo de destinos mundiales impresos en plata con lectura de 24 horas que también distingue día y noche en tono claro u oscuro. Está disponible con brazalete y correa de caucho. Acero 43 mm. Calibre 8938 Co-Axial Master Chronometer. Hermeticidad a 150 metros.
AQUA TERRA
Se lanzan tres nuevos modelos con cajas y coronas simétricas de acero. La versión de 38 mm, con el calibre 8800 Co-Axial Master Chronometer, recuerda a la limpia esfera de la versión de 1957. Y las dos piezas de 41 mm, con brazalete o correa de caucho, portan el movimiento 8900 Co-Axial Master Chonometer. Luce la elegante esfera con el diseño de teca y los índices con forma de velero que recuerda a los yates de lujo. Herméticos a 150 metros.