Este lunes, el papa Francisco experimentó dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda durante su estancia en el hospital Gemelli de Roma, donde ha sido ingresado desde el 14 de febrero.

La Santa Sede confirmó que, a pesar de estos episodios, el pontífice ha permanecido lúcido y consciente en todo momento. Además, el comunicado oficial subrayó que Francisco se ha mantenido vigilante, orientado y cooperativo, y aunque el pronóstico sigue siendo reservado, los médicos continúan monitoreando su evolución.
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A sus 88 años, el Papa argentino enfrenta una serie de complicaciones relacionadas con su salud, que han generado preocupación debido a su avanzada edad y su historial médico.

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¿Qué es la insuficiencia respiratoria aguda?
De acuerdo con el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre, la insuficiencia respiratoria aguda, que afecta tanto a pacientes jóvenes como a personas mayores, es una condición grave que ocurre cuando los pulmones no pueden suministrar suficiente oxígeno a la sangre.

Este tipo de insuficiencia puede producirse rápidamente y requiere atención médica urgente para evitar daños graves a los órganos y tejidos. La respiración es esencial para la vida, y cuando los pulmones no cumplen adecuadamente su función, los efectos pueden ser devastadores. La acumulación de dióxido de carbono, un producto de desecho generado en las células del cuerpo, puede impedir la oxigenación adecuada y causar daño en los tejidos vitales.
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¿Cuáles son los síntomas de la insuficiencia respiratoria aguda?
Los síntomas de la insuficiencia respiratoria aguda pueden variar dependiendo de la causa y la gravedad del problema. Cuando los niveles de oxígeno en la sangre disminuyen, los pacientes pueden experimentar dificultad para realizar actividades cotidianas, como vestirse o subir escaleras, debido a un cansancio extremo. Además, la falta de aire y la sensación de no poder respirar con normalidad son comunes, junto con somnolencia y la aparición de un color azulado en los labios, dedos de las manos o pies.
Por otro lado, cuando los niveles de dióxido de carbono aumentan, se pueden presentar síntomas como visión borrosa, confusión, dolores de cabeza y respiración rápida.
Puede tener síntomas de bajo nivel de oxígeno y alto nivel de dióxido de carbono al mismo tiempo. Algunas personas que tienen insuficiencia respiratoria se vuelven extremadamente somnolientas o pierden el conocimiento si su cerebro no recibe suficiente oxígeno o si los niveles de dióxido de carbono son muy altos.
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Tratamientos para la insuficiencia respiratoria aguda
Es importante destacar que la insuficiencia respiratoria aguda puede ser una emergencia médica, y su tratamiento temprano es fundamental para mejorar las perspectivas de recuperación. Los médicos suelen aplicar una combinación de oxigenoterapia, medicamentos y otras intervenciones para estabilizar al paciente.
Dependiendo de la gravedad del caso, se pueden emplear técnicas como la ventilación con presión positiva no invasiva (VPPNI) o el uso de un respirador mecánico, que ayudan a garantizar que los pulmones reciban el aire y oxígeno necesarios para su funcionamiento adecuado. En situaciones más críticas, como cuando las vías respiratorias están bloqueadas, se puede recurrir a una traqueostomía, que consiste en la creación de una abertura en el cuello para permitir la respiración directa.

La oxigenoterapia es una de las herramientas más utilizadas en el tratamiento de la insuficiencia respiratoria aguda. Esta técnica implica la administración de oxígeno para aumentar los niveles de este gas vital en la sangre. En muchos casos, se utilizan dispositivos como máscaras faciales, cánulas nasales o respiradores mecánicos para facilitar la entrega de oxígeno. El uso de un respirador puede ser necesario si otras formas de oxigenoterapia no son suficientes para mejorar la oxigenación del paciente. Sin embargo, el uso prolongado de respiradores puede tener efectos adversos, como daño pulmonar o infecciones, lo que hace que los médicos busquen alternativas cuando sea posible.
Por otro lado, los medicamentos desempeñan un papel esencial en el tratamiento de la insuficiencia respiratoria aguda. En casos donde la causa subyacente es una infección bacteriana, como una neumonía, los antibióticos son fundamentales para controlar la infección. Los broncodilatadores también son utilizados para aliviar la obstrucción de las vías respiratorias y facilitar la respiración, mientras que los corticosteroides se administran para reducir la inflamación en los pulmones y las vías respiratorias.
- Con información de Redacción EL UNIVERSAL
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