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Muchos dueños de mascotas se han encontrado alguna vez sin champú para perros y se preguntan si pueden utilizar el de ellos para su remplazo. Según la veterinaria Cristina Pascual, esto no es recomendable debido a las diferencias fundamentales entre la piel de estos animales y la de los humanos.
La piel de los perros es un órgano vital que no solo protege su cuerpo, sino que también participa en la regulación de temperatura y actúa como barrera frente a infecciones. Utilizar productos diseñados para humanos en tu mascota puede afectar su salud, ya que los ingredientes que contienen los champús para personas no están adaptados a las necesidades de la piel canina.
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El principal problema radica en el pH. La piel humana tiene un pH de aproximadamente 5.5, que es más ácido, mientras que el pH de la piel de los perros es más alcalino, variando entre 5.8 y 8.0, dependiendo de la raza. Al usar un champú diseñado para el pH de la piel humana, se puede alterar la barrera natural de protección de la piel del perro, lo que lo hace más vulnerable a problemas dermatológicos como irritaciones, dermatitis y resequedad.
Además, los champús para humanos contienen ingredientes como perfumes, colorantes y conservantes que no están adaptados a la sensibilidad de la piel de los perros. Estos aditivos pueden causar reacciones alérgicas o eliminar la capa de aceites naturales que protegen la piel del animal.
La doctora Pascual enfatiza que lo más seguro es utilizar productos diseñados específicamente para perros, ya que están formulados para mantener el equilibrio natural de la piel canina, evitando complicaciones y favoreciendo una piel sana. Además, es esencial evitar el uso de productos como detergentes, que pueden ser extremadamente agresivos y dañar la piel de tu mascota. Y si tienes un perro con piel sensible, es importante que optes por champús diseñados para dermatitis o pieles delicadas, que ofrecen una limpieza profunda sin causar irritación.
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De este modo, el uso de champú humano en perros no solo es innecesario, sino que puede generar complicaciones. Es fundamental invertir en productos adecuados para su tipo de piel y mantener una higiene que respete las particularidades de su fisiología.
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