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Un ejercicio realizado en las aulas de la School of Life Sciences de Arizona State University (ASU) demostró que los alumnos consideran como algo positivo que los profesores, si así lo desean, revelen su identidad LGBTQ+, pues se incrementa la confianza y empatía.
Carly Busch, candidata al doctorado en educación biologica de esa escuela, reveló, en menos de tres segundos, su identidad como integrante de la comunidad LGBTQ ante sus alumnos de un curso de Biología con alta demanda dentro de la escuela. Después de eso, la profesora no volvió a mencionar el tema.
Esta actividad forma parte de un estudio publicado en Life Sciences Education a principios de junio, realizado por Busch en coautoría con Sara Brownell y Katelyn Cooper.
El objetivo es conocer el impacto que tiene en los alumnos el hecho de que los profesores que imparten clases de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM por sus siglas en inglés) revelen su identidad LGBTQ+.
El experimento es, además, el primero en Estados Unidos que demuestra el impacto que tiene para los estudiantes que un profesor revele su orientación sexual.
“Tener modelos a seguir LGBTQ+ visibles en STEM puede tener un impacto increíble para los estudiantes, y estoy emocionada de contribuir en investigaciones que aumenten la representación en las aulas.
"Es de esperar que los estudiantes LGBTQ+ aprecien y se beneficien de que los profesores hagan pública su identidad, pero es aún más interesante darse cuenta de que los estudiantes que no forman parte de esta comunidad también encuentran beneficios de que el instructor se muestre tal como es”, dijo Busch.
Ocho semanas después de la revelación en la clase, las investigadoras encuestaron a los estudiantes sobre el comentario de la profesora compartiendo este tipo de información con ellos.
La preocupación más común para ellas eran las consecuencias que podría enfrentar la profesora por este tipo de comentarios en un salón de clases. Sin embargo, los resultados fueron alentadores: Casi dos tercios de los estudiantes que recordaron el comentario de la profesora como miembro de la comunidad LGBTQ+ reportaron que este hecho había tenido un impacto positivo en su experiencia general en el curso.
Más de 70% de todos los estudiantes dijeron que la revelación de la profesora aumentó el sentimiento de conexión con ella, pues vieron que estaba dispuesta a platicar con ellos y darles un consejo.
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La mayoría de sus estudiantes afirmó que ahora tienen mayor confianza en su capacidad para estudiar una carrera científica, pero también confirmaron su sentido de pertenencia en el curso y con la comunidad científica. El otro hallazgo importante fue que 96.1% de los estudiantes —sin importar género u orientación—, percibieron como apropiado que un docente revelara su identidad en el curso.
¿Qué pasó con el experimento?
“Ya habíamos entrevistado antes a profesores LGBTQ+, y muchos de ellos dijeron que podrían estar dispuestos a revelar su identidad a los estudiantes en el salón de clases si eso significara un beneficio positivo, pero nunca tuvimos la evidencia para mostrar dichos beneficios a los instructores”, dijo Brownell.
La investigadora añadió que esperan que este primer estudio aliente a los profesores de la comunidad LGBTQ+ a no esconder su identidad, y con ello se aumente la representación de los miembros de esta comunidad en la ciencia.
Las investigadoras afirmaron que todavía no pueden generalizar los resultados, porque el ejercicio se realizó solo en un solo salón de clases. Sin embargo, el financiamiento que les otorgó la Fundación Nacional Ciencias les permitirá ampliar su trabajo a las aulas de maestros en distintas áreas geográficas, y observar si se pueden demostrar los mismos beneficios en distintos estudiantes.