El consumo moderado de ha sido un tema recurrente en investigaciones científicas, especialmente por sus posibles beneficios para la salud cardiovascular. Una reciente publicación en la revista European Heart Journal aporta nuevas evidencias que reavivan este debate, destacando cómo el vino puede ser un aliado en la prevención de enfermedades cardíacas, la principal causa de mortalidad a nivel mundial.

Los compuestos clave del vino

El estudio se centró en el ácido tartárico, un marcador biológico presente en las uvas y en el vino, que se puede detectar en la orina para evaluar el consumo de esta . Se descubrió que niveles más altos de ácido tartárico están asociados con un menor riesgo de sufrir infartos de miocardio. Además, el vino contiene compuestos bioactivos como el resveratrol, conocido por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, que contribuyen a reducir la incidencia de enfermedades cardiovasculares.

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Beneficios del consumo moderado

Los datos del estudio muestran que tomar entre media copa y una copa diaria de vino puede disminuir en un 50% el riesgo de sufrir complicaciones cardiovasculares. Incluso un consumo más ligero, como una copa semanal, puede reducir este riesgo en un 38%. Estos efectos se atribuyen a la capacidad del vino para mejorar la función endotelial, reducir la oxidación del colesterol LDL (colesterol "malo") y aumentar los niveles de colesterol HDL (colesterol "bueno").

La población mediterránea, clave en la investigación

El estudio se realizó en una población mediterránea de alto riesgo cardiovascular, con un promedio de edad de 68 años. Este grupo fue seleccionado debido a su mayor probabilidad de mostrar efectos positivos del vino en la salud. Aunque los resultados son prometedores, los investigadores aclaran que se trata de un estudio observacional, por lo que no se puede establecer una causalidad directa entre el consumo de vino y la mejora en la salud cardíaca.

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Moderación, el factor esencial

A pesar de los beneficios observados, estos se limitan a un consumo moderado. El alcohol en exceso puede contrarrestar los efectos positivos del vino, aumentando riesgos como hipertensión o daño hepático. Por eso, se recomienda no exceder una copa diaria para obtener los beneficios sin comprometer la salud.

Más allá del corazón: otros beneficios

Además de sus efectos positivos en la salud cardiovascular, el vino también puede contribuir al bienestar general gracias a sus propiedades antioxidantes, que ayudan a combatir el estrés oxidativo, reducir la inflamación y mejorar la circulación. Sin embargo, estos beneficios solo se alcanzan con un consumo controlado y responsable.



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