El ambiente de Vocablo: Café y Poesía transmite una sensación de tranquilidad y relajación que inspira serenidad tan pronto uno se instala en esta , localizada en la calle de Tehuantepec, en el número 72, de la colonia Roma, en la alcaldía Cuauhtémoc.

Este rincón, encomendado a la apreciación y difusión de la poesía, resalta por ser las palabras quienes se apoderan del espacio circundante.

Adentro, por aquí y por allá, poemas de Clarice Lispector, Alfonsina Storni, Alejandra Pizarnik, Cristina Peri Rossi, Elena Garro, Pita Amor, Wisława Szymborska, Franz Kafka, Eduardo Galeano, entre otros, revisten las paredes de este local.

El ambiente de Vocablo: Café y Poesía transmite una sensación de tranquilidad y relajación que inspira serenidad tan pronto se instala uno en esta cafetería. Foto: Diego Prado / EL UNIVERSAL
El ambiente de Vocablo: Café y Poesía transmite una sensación de tranquilidad y relajación que inspira serenidad tan pronto se instala uno en esta cafetería. Foto: Diego Prado / EL UNIVERSAL

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Fuera, cual Vladimir y Estragon, los consumidores esperan junto a un frondoso árbol, si bien no a un Godot, sí algo o a alguien más, acompañados de un café, un libro o una libreta en la que dan rienda suelta a su imaginación.

Aquí ninguna forma de manifestación artística sobra o deja indiferente a quien posa la mirada y le arrebata un suspiro a la vertiginosa (pos)modernidad.

Frente a la barra de café, suena como fondo una canción de Chet Baker que envuelve la cafetería con la calidez de su voz.

En Vocablo: Café y Poesía ninguna forma de manifestación artística sobra o deja indiferente. Foto: Diego Prado / EL UNIVERSAL
En Vocablo: Café y Poesía ninguna forma de manifestación artística sobra o deja indiferente. Foto: Diego Prado / EL UNIVERSAL

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A los pocos segundos, aparece Arely Juárez, diseñadora y creadora de Vocablo. Mientras detrás de la barra, se yergue Javier Trejo, barista y socio de este proyecto.

Arely comenta que la propuesta de esta cafetería, nacida en 2016, pretende juntar la poesía con el café y que las personas vivan actos poéticos.

“Tenemos la idea de ser más que un espacio que vende café; ofrecer paz, amabilidad, un lugar para convivir con uno mismo y dar pie a la reflexión introspectiva”.

Más que intermediarios del arte, en Vocablo: Café y Poesía se consideran facilitadores de belleza. Foto: Diego Prado / EL UNIVERSAL
Más que intermediarios del arte, en Vocablo: Café y Poesía se consideran facilitadores de belleza. Foto: Diego Prado / EL UNIVERSAL

Vocablo tiene una promoción que ha sido la gran atracción del público. Ésta consiste en pagar el 50% de cualquier bebida con poesía, oferta que ya también se ha extendido a la pintura.

El objetivo es que las formas de expresión plasmadas en distintos formatos las disfruten otras personas, señala.

“Pensamos que la poesía está muy limitada a un número determinado del público, pero, precisamente, apostamos al concepto para que más gente pueda apreciar un pedacito de poesía y fomentar la cultura poética”, advierte Javier.

Un grupo de amantes a la poesía forma una media luna en rededor de Vocablo: Café y Poesía para reapropiarse de la calle con su lectura en voz alta. Foto: Diego Prado / EL UNIVERSAL
Un grupo de amantes a la poesía forma una media luna en rededor de Vocablo: Café y Poesía para reapropiarse de la calle con su lectura en voz alta. Foto: Diego Prado / EL UNIVERSAL

Un grupo de apasionados lectores, lectoras, escritores y escritoras o simples poetas de clóset forman una media luna en rededor del establecimiento para reapropiarse de la calle y tomar un micrófono imaginario e improvisado, abierto a cualquier voz.

Más que intermediarios del arte, en Vocablo se consideran facilitadores de belleza: “La constante aquí es transmitir belleza. Que la gente venga y haga click con alguna frase; que haya un cambio y les haga ver más belleza en su existencia”, afirma Arely.

“La gente que visita Vocablo lo califica como un lugar que tiene ‘alma’. Amo escuchar eso porque así lo creo. Todo aquí está hecho a base de detalles; ponemos el alma en lo que hacemos”, agrega.

“Que la gente venga y haga click con alguna frase; que haya un cambio y les haga ver más belleza en su existencia”: Arely Juárez, creadora de Vocablo: Café y Poesía. Foto: Diego Prado / EL UNIVERSAL
“Que la gente venga y haga click con alguna frase; que haya un cambio y les haga ver más belleza en su existencia”: Arely Juárez, creadora de Vocablo: Café y Poesía. Foto: Diego Prado / EL UNIVERSAL

Pese a que ambos son conscientes de que la poesía no es un género comercial, no obstante, consideran que con esta iniciativa han logrado hacer que lo sea un poco más.

Para ellos, la poesía va más allá de lo académico. Es, en definitiva, una forma de vida: “Si te permites apreciar esa belleza poética que existe más allá de los libros, creo que puede resonar en ti y convertirte en un mejor ser humano”, opina Arely.

“Aunque no lo sepan, si llegan, leen algo que los toca, entonces ya les hizo un bien. La poesía cura, te apapacha, y eso es lo que yo creo que le hace falta a este mundo”, finaliza.

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