En México, el acceso a la educación universitaria puede ser un desafío financiero para muchas familias. Según estadísticas, un preocupante 32% de los mexicanos no puede costear la universidad y se ve forzado a abandonar sus estudios. La dificultad radica no solo en las altas matrículas, sino también en los gastos asociados a transporte, renta y materiales de estudio. Ante esta realidad, surge la pregunta: ¿qué opciones tienen las familias que desean que sus hijos accedan a la educación universitaria?
Afortunadamente, en México existen alternativas que pueden ayudar a las familias a planificar y ahorrar para la educación universitaria de sus hijos. Una de las opciones más destacadas es la de los seguros universitarios. Este modelo de seguro, conocido popularmente como Segubeca, busca que los padres comiencen a ahorrar desde el nacimiento de sus hijos para garantizar la solvencia financiera cuando llegue el momento de ingresar a la universidad. Aunque no es una opción económica, ha demostrado ser exitosa en el país, siendo uno de los planes de seguros más vendidos.
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El costo actual de una carrera universitaria varía según la institución, oscilando entre 40 mil y 74 mil dólares en dólares estadounidenses. Sin embargo, es importante tener en cuenta la inflación, especialmente en el ámbito educativo, donde los precios de las colegiaturas tienden a aumentar alrededor de un 10% cada año. Esto hace que ahorrar sea esencial para asegurar que las familias puedan cubrir los gastos educativos en el futuro.
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Además de los seguros universitarios, existe la opción de fideicomisos a través de grupos como Mexicana de Becas. Estos planes de ahorro a plazos ofrecen entregas anuales para el pago exclusivo de los estudios. Sin embargo, algunos consideran que la restricción de aportes a un número limitado de años puede dificultar el ahorro a largo plazo.
Es esencial tener en cuenta que tanto los seguros universitarios como los fideicomisos están diseñados para perfiles familiares con cierta solvencia financiera. La elección entre estos modelos dependerá del presupuesto y las preferencias de cada familia. La meta principal es dar a los jóvenes la libertad de elegir su futuro académico sin que las limitaciones económicas sean una barrera para acceder a la universidad.